Parot, el etarra asesino en serie que salió de prisión en "cuatro días" gracias a un enjuague entre el entonces gobierno socialista, y otros "colaboradores necesarios". |
A este paso voy a tener que poner una foto suya en mi mesa de trabajo y otra en la cartera. No me ocuparé en comentar la nueva indignidad que supone la actuación del conglomerado Prisoíco en el asunto de la burla a la Justicia y el Estado de Derecho, que tienen como siguiente proyecto la suelta de asesinos a cuenta del chantaje etarra que tratan de ocultar por todos los medios. Tampoco voy a recordar la humillación permanente de nuestras víctimas del terrorismo por cuenta del irresponsable ZP y sus secuaces todo-boquilla-moral-de-mantequilla. No encontraré suficientes respuestas para contestarme a mi mismo el porqué de sus pretensiones finales con la ejecución de semejantes atropellos con la nación española y con el futuro de todos. Ni siquiera me detendré un instante en comprender qué íntima justificación puedan tener sus incondicionales para respaldar, no ya en silencio, si no incluso con entusiastas argumentos a favor de su infamia, el olvido del sufrimiento de sus semejantes y compatriotas inocentes cuya vida ha sido destruida para nada.
Que nuestra dignidad colectiva como pueblo que ha sufrido y sufre la lacra del terrorismo, dependa de la actuación de un juez que, haciendo honor a sus principios y obligaciones, tiene que hacer frente en soledad nada menos que al aparato judicial del Estado, encabezado nada menos que por el fiscal general Pump-ído, sumiso receptor de las órdenes de ZP, sumiso receptor a su vez de las órdenes de Polanko, es algo que en verdad no cabe en ninguna cabeza racional. Tal vez la explicación la tenga el propio Parot y con el “premio” a la impunidad por sus crímenes se justifique su silencio y el de sus cómplices en la iniquidad. Quizá en el fondo esta deportación de jueces de la Audiencia Nacional encabezada por Fungairiño responda a una protección preventiva ordenada por ZP, dada la fijación del asesino Parot con destrozar sus dependencias a la menor oportunidad. ¿Cuánto tardará Grande-Marlaska en ser pasado de héroe en activo a mártir en excedencia? ¿Se cumplirá el guión de Agatha Christie que nos contaban ayer en parábola?
Que nuestra dignidad colectiva como pueblo que ha sufrido y sufre la lacra del terrorismo, dependa de la actuación de un juez que, haciendo honor a sus principios y obligaciones, tiene que hacer frente en soledad nada menos que al aparato judicial del Estado, encabezado nada menos que por el fiscal general Pump-ído, sumiso receptor de las órdenes de ZP, sumiso receptor a su vez de las órdenes de Polanko, es algo que en verdad no cabe en ninguna cabeza racional. Tal vez la explicación la tenga el propio Parot y con el “premio” a la impunidad por sus crímenes se justifique su silencio y el de sus cómplices en la iniquidad. Quizá en el fondo esta deportación de jueces de la Audiencia Nacional encabezada por Fungairiño responda a una protección preventiva ordenada por ZP, dada la fijación del asesino Parot con destrozar sus dependencias a la menor oportunidad. ¿Cuánto tardará Grande-Marlaska en ser pasado de héroe en activo a mártir en excedencia? ¿Se cumplirá el guión de Agatha Christie que nos contaban ayer en parábola?
De una cosa estoy seguro. ZP y su Operación Triunfo particular no están al margen de la ley, si no por encima de ella. Recuperar la cordura me parece a estas alturas tarea imposible por parte de nuestra sociedad que no parece darse cuenta de que se promueve su insolidaridad y división por la vía de potenciar la envidia ajena. Así, entretenidos en pedir lo mismo que a otros les regalan, se profundiza en la separación y se resta la fuerza al conjunto. Pero para empezar, me conformaría con que recuperáramos la vergüenza. No, no basta con estar preocupado. La catástrofe nacional y la rendición sin condiciones no han hecho más que empezar.
Autor: Perry
Publicado el 8 de febrero de 2006
Autor: Perry
Publicado el 8 de febrero de 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.