150 altos cargos del gobierno catalán están ahora mismo en manos de los republicanos independentistas (ERC). En cualquier sistema político democrático la pertenencia de los altos cargos de una determinada región, federación o comunidad de los partidos que conforman el gobierno es algo normal. En principio. El problema aparece cuando dicho partido, y sus miembros son desleales al sistema, a la Constitución y a la nación. No estamos hablando de gentes que acatan las reglas del juego aunque les guste, sino de infiltrados que se aprovechan del sistema para destruirlo.
A nadie se le escapa que toda esta colección de esquerristas va a hacer todo lo posible desde sus altos puestos en la administración catalana (que forma parte de administración pública española) por descuartizar España; por reducir a la más mínima expresión lo español en Cataluña y por implementar los aspectos más detestables del Estatuto Zapatuto en contra de los intereses de España, de los españoles y de los catalanes no nacionalistas.
Autor: Smith
Publicado el 28 de febrero de 2006
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