viernes, 23 de febrero de 2018

Artur Mas, cualquier cosa menos un demócrata

A Suiza no sé si se irá, aunque más de un viaje habrá hecho el muchacho para "revisar la herencia" paterna. Pero a Canadá, donde su amigo el muy separatista Grifols le tiene preparado un cargo de alto standing, es lo que malas lenguas aseguran que le aguarda a este sinvergüenza.

Hace poco uno de los intervinientes habituales de Batiburrillo llegó a afirmar que: “No comparto eso de que los no nacionalistas no son buenos catalanes, aunque tampoco la afirmación contraria de que los nacionalistas son malos por definición”. Se me ocurrió darle la siguiente respuesta y espero que ahora me conteste él: “Si te parece, cita tres aspectos positivos del nacionalismo. Si no encuentras tres, dime dos. O incluso uno”. Naturalmente, añado aquí, los aspectos positivos que se piden deben poder ser asumidos por un demócrata.


Bien, pues hoy (19 de febrero de 2006) aparecen en El Mundo unas declaraciones de Artur Mas, líder de la coalición nacionalista CiU, que ha venido pasando por moderada cuando no sólo no ha sido así, sino que es la culpable de la triste situación política que se vive en Cataluña. Jordi Pujol, el fundador del partido mayoritario en CiU, dijo ya algo similar hace casi 30 años: Estamos gobernando para la Cataluña de dentro de 50 años, que será sobre todo catalana. Por supuesto que la frase no es textual, pero el significado de lo que dijo es radicalmente fidedigno y denota a las claras que se propuso iniciar una larga etapa de adoctrinamiento nacionalista que ha dado ya sus frutos.


Veamos cómo piensa hoy el sucesor de Pujol en uno de los aspectos que impiden considerar democrático al régimen nacionalista catalán, un régimen deficitario en libertades básicas y en el que cabe incluir a los partidos que forman el Gobierno de la Generalidad, así como a casi toda la oposición parlamentaria, incluyendo a varios diputados del PPC. Me refiero, por supuesto, al asunto idiomático, base sobre la que se sustenta, junto a la historiografía de ficción, esa revolución inconfesa del nacionalismo cuyo propósito no es otro que la creación de una asfixiante patria de diseño:

Mas: "Que monten un colegio privado en castellano para el que lo quiera pagar, igual que se montó uno en japonés en su momento", sentencia el diputado nacionalista.

Al nacionalista Mas se le olvida (es un decir) que la enseñanza pública está pagada con los impuestos de todos los ciudadanos, incluyendo a esos miles de contribuyentes que probablemente optarían por una educación en castellano para sus hijos si hubiese posibilidad de elección. Aquí no se habla de un gobierno catalán que entrega un cheque escolar a cada familia, para que luego elija el colegio que considere conveniente y en el idioma que le parezca. De modo que la respuesta de Artur Mas, aparte de humillante en grado sumo, es prácticamente delictiva puesto que representa la doble imposición fiscal, en la parte destinada a la educación, para quien desee un tipo de enseñanza que no signifique algo más que “son lentejas”.

Mas: "La inmensa mayoría de los catalanes no manifiesta ningún problema en el ámbito lingüístico. Rotundamente digo que ni es fuente de conflicto ni quiebra de la convivencia".

No se concilian especialmente bien las imposiciones idiomáticas en cualquiera de los ámbitos oficiales en Cataluña con esa ausencia de conflictos que nos asegura el nacionalista Mas. Si cuando habla de convivencia quiere decir que aún no andan a tiro limpio por las calles, nada más cierto. Pero que conste que convivir en un territorio con dos lenguas oficiales es adoptar ambas lenguas en pie de igualdad y en cualquier institución pública. De modo que lo de ahora no es convivencia ni de lejos, es más bien hipocresía de algunos, por ejemplo Mas, al no querer aceptar que hay imposición descarada y resignación como respuesta. Lo que no sabemos es hasta cuándo durará esa actitud de encogerse de hombros, sobre todo si se considera que el 53% de la población catalana tiene al castellano como lengua materna. No hay que olvidar que todo tiene un límite y determinadas situaciones pueden llegar a ser explosivas en cuanto salte la primera chispa.

Mas: "Los niños no pueden tener todas las materias en castellano. Esto sería montar escuelas con lengua vehicular en castellano y ése no es el sistema".

Tiene guasa que no sea posible tener todas las materias en castellano pero sí en catalán. Si dices que no es el sistema, caradura Mas, es, sencillamente, porque se incumple la ley lingüística del 97 que tú mismo propusiste. El monolingüismo en la enseñanza, aunque infame, si acaso será sea legal cuando el nuevo estatuto esté aprobado gracias a la cobardía de ZP, pero desde el 97 para acá sí, repito, sí es el sistema. No será tu sistema, fascista, pero sí es el sistema. Por otra parte, nadie exige que todas las materias se impartan en castellano, pero sí una parte de ellas, pongamos entre un tercio y la mitad.

Mas: "La lengua a proteger en Cataluña es el catalán, porque es la lengua débil y la lengua perseguida".

Cómo se puede decir una barbaridad de semejante calibre sin que se le caiga a uno la cara de vergüenza. Tras más de 30 años de inmersión lingüística, cuando las propias estadísticas que maneja la Generalidad hablan de que el 97% de la población conoce el catalán, va este fulano y mantiene más viva que nunca la idea originaria del principio de la Transición en el sentido de que el catalán es la lengua “débil y perseguida”.

Que no es la lengua débil es algo perfectamente constatable entre la población catalana y además se advierte al poco de cruzar el umbral de cualquier organismo público en Cataluña. Que es la lengua perseguida me parece una falsedad monstruosa. ¿Quién persigue el catalán? En realidad, sucede exactamente lo contrario: Hoy el castellano es la lengua débil y perseguida en Cataluña, donde se imponen numerosas sanciones por el simple hecho de rotular en ese idioma. Y no hablo de los letreros en las fachadas de los comercios, sino en simples carteles pequeños del interior de las tiendas. Pero, claro, Mas qué va a decir, si es uno de los responsables de la persecución. ¡Vergonzoso, simplemente vergonzoso, además de falsario y de un talante tiránico absoluto!

La conclusión me lleva al inicio del artículo: No creo en absoluto que el nacionalismo encierre nada positivo, es incompatible con la libertad. Lo que significa que el nacionalismo es pura y llanamente un fascismo que será más de derecha o más de izquierda, pero en cualquier caso es fascismo. No me refiero al fascismo mussoliniano clásico, por supuesto que no, hablo de un concepto antagónico con la libertad que algunos totalitarios usan a menudo para imponer sus ideas y aún así no dudan en declararse víctimas.

Artículo revisado, insertado el 19 de febrero de 2006 en Batiburrillo de Red Liberal


PD: Según todos los indicios, la CUP será el partido decisivo para formar el nuevo gobierno de Cataluña. Pues bien, todo apunta a que este partido no dará su apoyo a Artur Mas (así lo han anunciado), al que probablemente Convergencia le obligue a retirarse de la política. Lo mismo sucede con la coalición populista de "Si es pot", que a Mas no puede verlo ni en pintura. De ser así en uno u otro caso, a Mas le estaría muy bien empleado y se produciría la típica justicia poética mediante el hecho de haber jugado el papel estelar en el viejo juego de "Usar y tirar". 

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