lunes, 22 de enero de 2018

La UNESCO se dispone a frenar la liberalización comercial internacional


Cualquier periodista o político medianamente informado considera a la Conferencia General de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como una organización sociocultural de más que sospechosa factura. De hecho, los EEUU decidieron en la época de Reagan abandonar el cotarro culturaloide porque aquello despedía un hedor a corrupción prácticamente insoportable. Además suponemos que, para variar, los norteamericanos estarían pagando la cuota más cara de la organización.


A pesar de algunas recomendaciones bastante bien argumentadas para que EEUU no regresaran a la UNESCO (burocratismo, izquierdismo, demagogia, obsolescencia...), el "malvado" George W. Bush reintrodujo a los EEUU el año 2002 en la mencionada asociación internacional. Pueden imaginarse de qué va el tema de la UNESCO, si les decimos que Cuba acaba de ser elegida para ocupar una de las vicepresidencias en la 33ª conferencia general de la UNESCO.

En este peculiar contexto, esta conferencia parece pretender aprobar una compleja normativa que va a alterar el proceso de liberalización comercial internacional emprendido en los últimos años. Por ello, la ministra de Educación de Estados Unidos, Margaret Spellings, ha expresado sus temores ante la oleada de reglas y reglitas que pueden socavar los últimos avances económicos mundiales: "Apreciamos la diversidad cultural, pero esa Convención puede socavar décadas de esfuerzo para la liberalización del comercio. Lo que está en juego es fundamental", dijo Spellings, que mostró su respaldo al principio que defiende la UNESCO de libre circulación de ideas a través de la palabra y de la imagen, pero que puntualizó que "el texto de la Convención lo amenaza. Hay que trabajar juntos para cambiarlo y mejorarlo".

En fin, que volvemos a lo de siempre. Libertad económica vs barreras "culturales". Ustedes verán dónde está el progreso y hasta qué punto las culturas pueden o deben subsistir naturalmente, en libertad, pero sin subvenciones artificiales e inacabables.

Autor: Smith
Publicado el 5 de octubre de 2005

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