La diosa Sabiduría en brazos del dios Cronos |
Nadie pretende arrojarle a la cara de Zapatero los 17 militares fallecidos en Afganistán, pero... ¡qué ganas dan de hacerlo! Qué ganas dan de destacarle a este hombre que las misiones humanitarias de nuestro ejército llevan implícitos los riesgos de accidentes o atentados hacia nuestras tropas. Qué ganas dan de agarrarle por los hombros, zarandearle un poco para que despierte y decirle: “Comprueba de una vez lo que se siente cuando el que preside la nación eres tú y no puedes hacer nada para evitar un lamentable accidente”. “Comprueba de una vez, y ¡avergüénzate!, qué gran diferencia moral existe entre la derecha que lidera Rajoy, cuyas declaraciones incluyen la frase: “No se responsabiliza al Gobierno del accidente”, y el comportamiento de la izquierda, encabezada por ti, que se echó a la calle cuando la desgracia del Yack-42 y se dedicó a las manifestaciones orgiásticas cargadas de consignas y alborotos, donde al Gobierno de entonces lo más suave que se le llamó fue asesino.
Las personas que nos consideramos liberal-patriotas, en acertada definición de mi compañero Smith, no podemos eludir el sentimiento de tristeza ante la desgracia padecida por nuestros hombres en Afganistán; pero al mismo tiempo, como un complemento que refuerza nuestro amor a la Patria, experimentamos el orgullo de un Ejército que ha sacrificado en Asia central, en aras de la defensa de la libertad y de la democracia, una parte valiosísima de sus componentes.
El propio presidente Rodríguez vino a decir unas palabras semejantes en su declaración institucional de ayer, de las cuales entresaco esta frase: “Diecisiete de ellos han hecho honor a su promesa de dar su vida por defender la paz y la libertad”. Lástima que el Presidente no añadiese también la palabra "Patria", así, en mayúscula, claro que entonces habría reconocido implícitamente que esa Patria existe y se llama España. Lástima que el Jefe de Gobierno no añadiese también la palabra “democracia”, claro que entonces habría igualado al 100% la misión en Afganistán -donde juraría que se mantienen a nuestros hombres para no cerrarse todas las puertas del Gobierno americano y sus aliados- con esa otra misión humanitaria destinada a la consolidación de la democracia, la paz y la libertad que se intentaba realizar en Iraq.
Para ZP, una misión es legal porque cuenta con el respaldo de la ONU y el Parlamento español y paradójicamente la otra, la de Iraq, no lo fue a pesar de que contase también —precisamente para darle a él la satisfacción— con el respaldo de la ONU y del Parlamento español. El señor Rodríguez, viéndose venir una resolución de las Naciones Unidas que él mismo ordenó votar favorable, prefirió anticipar la retirada de Iraq y justificar así sus consignas callejeras sobre la supuesta guerra ilícita, inmoral e injusta. Y es que no es fácil cuadrar las cuentas entre las consignas destinadas a desestabilizar el Gobierno y la realidad de un Ejército que cumplía una gran misión en Iraq junto a más de una treintena de países, todos ellos democracias.
El dios Cronos, ese gran justiciero cargado de sabiduría, da y quita razones a los dirigentes políticos y acostumbra a ponerlos en su sitio. Rajoy, con su declaración mesurada, ha venido a ocupar el lado de la dignidad política; otros sabrán si sus antecedentes desestabilizadores y demagógicos les permiten situarse en algún lugar mínimamente digno. La justicia de la Historia, amigos, no ha hecho más que empezar.
Publicado el 17 de agosto de 2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.