En defensa (relativa) de Zapatero

Antonio Romero, diputado de Izquierda Unida, acusa a Zapatero y Bono de estar "manchados de sangre"

Qué clase de instinto depredador poseen los amigotes parlamentarios de los socialistas para realizar declaraciones como la siguiente que refleja el ABC: "IU, socio del Gobierno, acusa a Zapatero y Bono de estar «manchados de sangre»". Una declaración así, “ensangrentada”, sólo puede realizarse a la desesperada mientras se huye hacia ese lado oscuro de la inmoralidad política donde suele habitar el comunismo estalinista más sanguinario. Claro que Izquierda Unida, es decir, “Hundida”, hace mucho que tocó fondo en las ciénagas de la depravación y la falta de honorabilidad, como lo demuestra el apoyo que presta desde hace largos años en el País Vasco al PNV-ETA-Batasuna. O sea, el separatismo antidemocrático que firmó el pacto de Estella y que la franquicia de IU en ese territorio secundó encantada, casi frotándose las manos al intuir que tocaría presupuesto. ¿No, Madrazo?

La declaración viene a hacerla, además, un fulano denominado Antonio Romero, que es ese espécimen pillado in fraganti cuando golpeaba a un anciano para que cerrase su tienda en la última huelga general. El tal Romero, parlamentario en su día y patibulario en todo momento, pretende darle lecciones de ética al presidente del Gobierno y a su ministro Bono, algo que en verdad no cuesta demasiado, pero dicho así... usando tal cantidad de sangre para manchar las manos y las alfombras, la impresión que uno recibe no puede ser más negativa hacia los comunistas disfrazados de “izquierdosos unidos”. La pregunta es: ¿unidos a qué?, ¿acaso al totalitarismo? No será que en lugar de unidos van ceñidos... pero al arnés de los cabestros políticos.

Ningún artículo sin su moraleja. En este breve comentario conviene recordarle a Zapatero la clase de socios que se ha buscado, sin duda a cual más sarnoso: ERC-IU. Pero no desesperamos, nuestro amigo ZP no pierde el ánimo por tales minucias y ahora negocia el apoyo parlamentario del PNV. ¿Será así o se lo hace nuestro afortunado Rodríguez? No le envidio, la verdad.

Publicado el 17 de agosto de 2005