Populista: 1. adj. Perteneciente o relativo al pueblo. Partido populista. Real Academia Española ©. El populismo es una corriente política demagógica que suele florecer en el Tercer Mundo. Normalmente, países con democracias asentadas y partidos políticos maduros, con un mínimo de democracia interna y cuadros dirigentes preparados, no suelen dar pie a la existencia de chalanes de feria, demagogos baratos o razoneros para masas analfabetas.
O bien España tiene una "democracia" sui generis poco madura o bien que el Partido Socialista Obrero Español ha cambiado definitivamente el marxismo por el populismo. De de otro modo no se explica la existencia de personajes tan infectos, tan desagradables para la vista del analista político más simple, tan descaradamente insultantes para la inteligencia del español medio... como don José Bono Martínez, actual Ministro de Defensa del Estado Español. Y sí, "Martínez" de segundo, como Zetapé es "Rodríguez" de primero. No pasa nada por tener apellidos comunes.
El petulante superdemagogo ya no se dedica a repartir relojes de marca entre sus ex-súbditos castellano-manchegos, pero su tiempo lo malgasta en dar lecciones de qué no debe hacer un político europeo del siglo XXI. Por ejemplo, anunciar que su futuro político quedará vinculado a la subida de sueldo de los militares, según informa Libertad Digital, que sería del 15 al 20 por ciento. Ahí es nada. Además, recalcó que, para esta "gloriosa tarea patriótica" (subir el sueldo de quienes ya no pueden ser condecorados por acciones bélicas brillantes), él solito se convertirá "en un enlace sindical que no igualará nadie". Nadie pretendía emularle, pero en fin...
Sinceramente nos da asco, mucho asco. A Bono le encanta hacer de Manuel Azaña; o sea, jugar a los soldaditos cual tiranuelo chavista de medio pelo. Hay que decir que, dada la actual coyuntura nacional, hasta el sectario Manuel Azaña, cuyo nombre simbólico masónico era "Plutarco", quedaría a la derecha del actual gobierno manejado por los radicales de ERC, IU y el propio Zapatero.
Bien, lo que está claro es que José Bono Martínez quiere congraciarse con los militares, pero, por encima de todo, pretende sus votos. Cuando la mayor parte de los españoles están sujetos a contratos temporales, a contratos basura, a ETT´s... cuando la mayor parte de los convenios colectivos y sectoriales, después de larguísimas y durísismas negociaciones llegan a acuerdos de subidas de sueldos del 2 ó 3 por ciento... cuando España está siendo desmantelada industrialmente y barrida por los dragones asiáticos y la imperial China, viene el ministro más falso que ha dado España en toda su historia, y a unos señores que, sinceramente -y perdonennos la vulgaridad de la pregunta- ¿en qué batallas ganan ahora las medallas y los ascensos?, va a subirles el sueldo entre el 15 y el 20 por ciento. Porque nadie dude que lo hará. Si ha vinculado su puesto ministerial a la subida, es que Zapatero ya le ha dado el visto bueno. ¿O es que creen que este demagogo va a dejar de ser ministro?.
Asco, vergüenza, repugnancia... Esto es lo que José Bono nos inspira. Nada más.
Autor: Smith
Publicado el 2 de agosto de 2005
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