En un tiempo en el que se intenta convertir a la Justicia en un instrumento más al servicio de intereses partidistas, es de agradecer que haya profesionales que además de cumplir con sus obligaciones, recuerden lo importante que es la justicia para la libertad. No debería ser noticia, ni necesitar alabanzas, la actuación independiente (como debe ser) de un juez que investiga, desenmascara e imputa a tramposos que juegan al escondite con la ley y especulan con la traición, el beneficio ilegítimo y la burla permanente hacia las reglas del juego democrático.
Claro está, que Otegui anuncia “consecuencias” y “respuestas” en su tono habitual, chulesco y despectivo, mientras pasa una vez más "el cepillo revolucionario" en versión bancaria. Estos matones tabernarios demuestran siempre lo que espera al pueblo vasco una vez caigan definitivamente en sus garras, momento cada vez más próximo. Pero lo peor no es Otegui y su miserable banda de asesinos. Lo peor es la connivencia del gobierno vasco y allegados, que suscriben su fanatismo e irracionalidad al permitir semejantes desafíos sin que se les caiga la cara de vergüenza.
Y para vergüenza ajena, la que siento por Rodríguez, Aguilar y Pumpido, entregados únicamente a “estrategias” electorales, réditos políticos y justificaciones legales insostenibles, mientras nos jugamos nuestro futuro como nación. Excusas de mal pagador para seguir jugando al Tetris “político”, queriendo encajar piezas donde no caben e ignorando, al parecer, que a medida que transcurre el juego, la acumulación y aceleración de los elementos acaban siempre por desbordar nuestra capacidad para resolver.
Ningún diálogo compensará jamás a las víctimas del terrorismo, cuya dignidad insultada y envío al ostracismo ha sido una constante en este “proyecto” personal de ZP, que sólo sueña con pasar a la posteridad resolviendo un “konflicto” vasco existente sólo en las mentes enfermas de los iluminados abertzale. La demagógica justificación que se hace de la búsqueda de la "paz", no es si no un insulto más para su verdadero significado y una tergiversación más de la realidad: La rendición del Estado de Derecho y la capitulación ante el terror.
Grande Marlaska ha puesto en evidencia una vez más el camino correcto a seguir y las falacias de ZP, el gran emisor de cheques políticos sin fondos. Tal vez tengamos que esperar para ver como los chantajes, cada vez más apremiantes de los secesionistas “amables”, hipotecan definitivamente la capacidad de eludir compromisos de este Gobierno y les obliga a ilegalizar finalmente al PCTV (Batasuna versión 9.0), como único recurso para recuperar algo de dignidad y de auto-respeto. Marlaska les ha dado una lección. Gracias juez.
Autor: Perry
Publicado el 9 de septiembre de 2005
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