miércoles, 24 de enero de 2018

¿En qué piensa la Generalidad del siglo XXI?

El nuevo Estatut puede resumirse en dos palabras: Codicia nacionalista.  

Conocida es por todos la voracidad del nuevo Estatuto Zapatuto que el presidente Rodríguez pactó con el tripartito de Barcelona, a cambio de que se le garantizara la permanencia en el poder de un Estado en fase de descomposición. La debilidad del gobierno socialista ha dado pie a que la nueva "reliquia" jurídica catalana otorgue a la Generalidad una serie de atribuciones estalinistas y -por ende- anticonstitucionales.


El Zapatuto tiene en el aumento de las competencias uno de sus objetivos principales. Además de especificar las materias que serán competencia de la Generalitad, el texto incorpora la solicitud al Estado de la delegación de nuevas atribuciones:

• Delegación de competencias sobre el régimen de estancia y residencia de extranjeros y el régimen sancionador de extranjería. 

• Capacidad de gestión de los puertos y aeropuertos de interés general situados en Cataluña. 

• Autorización para la convocatoria de consultas populares por la vía del referendo. 

• Gestión de las infraestructuras de telecomunicaciones situadas en Cataluña. 

• Ejecución de la legislación estatal en materia de tráfico, circulación de vehículos y seguridad viaria en Cataluña. 

• Ejecución de la legislación estatal sobre vigilancia y control de entrada y salida del Estado de personas y bienes, la vigilancia y control de las costas, puertos y aeropuertos, la prevención, investigación y persecución de los delitos relacionados con el crimen organizado y el terrorismo. 

• La regulación de las condiciones de obtención, expedición y homologación de títulos académicos y profesionales. 

• Se garantiza el ejercicio de estas competencias ante interpretaciones reduccionistas (blindaje) mediante la definición de competencias exclusivas, compartidas y ejecutivas.

Una refinada forma de vaciar de contenido la Constitución, descuartizar España y avanzar a velocidad de vértigo hacia una III República que quedaría reducida geográficamente a los restos de España (sin Galeuzka).

Pero, al margen de lo que la GenCat sale ganando al Estado Español, hay que señalar que ésta ya se esta preparando para pensar en los problemas más acuciantes de la sociedad catalana. Dos cuestiones van a concitar los esfuerzos de la Generalitat entregada, como ninguna otra institución, al bien común de sus ciudadanos:

1) La Generalidad elaborará un informe jurídico que desautorice la legislación franquista. Por nosotros, como si toda esta masonería barata condena el III Concilio de Toledo.

2) La Generalidad pide a Madrid la devolución del pañuelo de Companys y sus fotos de prisión. Coño, que manden también los calzoncillos y las fotos en las chekas que inundaron Cataluña durante la guerra civil.

Bueno, amigos de Batiburrillo, ya ven lo preocupada que está la Generalidad con los grandes problemas de Cataluña. ¿Cuál será la siguiente actuación de la GenCat?, ¿obligar a los estudiantes catalanes a que se aprendan La sardana de las monjas?

Autor: Smith
Publicado el 14 de octubre de 2005

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