El periodista del Chicago Sun-Times, Mark Brown, acaba de preguntarse lo siguiente: What if Bush has been right about Iraq all along. Frase que pasada por un traductor viene a decir: ¿Qué pasa si Bush ha estado en lo cierto acerca de Iraq todo el tiempo?
¿Cuántas veces se habrán hecho esta misma pregunta nuestro Presidente del Gobierno y nuestro Ministro de Asuntos Exteriores? Lo cierto es que pocos dirigentes políticos mundiales dudan ya que los comicios iraquíes representaron un importante progreso en la tarea de reconstrucción nacional de aquél país. Hubo quienes, como el que estas lineas escribe, tuvo serias dudas sobre la justificación de la Guerra meses antes de producirse. Hubo asimismo quienes no se convencieron hasta el inicio de la misma guerra de que la intervención de los países aliados era lo mejor para Irak y para la estabilidad en todo Oriente Medio y para la lucha antiterrorista. Por último, hubo quien conminó a que los países aliados abandonaran a su suerte a los iraquíes para que éstos fueran domeñados por los grupos terroristas -la "resistencia"-, cuyos principios ideológicos no creemos que sean mucho más democráticos que los de Bin Laden, por poner un caso.
Pero cuando, como observa agudamente Mark Brown, los hechos se imponen; las gentes iraquíes acuden a votar con lágrimas en los ojos; el pueblo iraquí, después de pasar por regímenes autocráticos, teocráticos y dictatoriales de todo tipo desde el nacimiento de la Historia, puede levantar la voz y decidir libremente su destino... Ah, entonces resulta que muchos de quienes criticaron la decisión de George W. Bush de intervenir en Irak para luchar contra el terrorismo y, de paso, instaurar un régimen imperfecto, pero al fin y al cabo, democrático, se van dando cuenta de que a largo plazo no queda más que un camino. Y éste no es otro que el que marcó el propio George W. Bush en la toma de posesión de su segundo mandato presidencial: la lucha contra el terrorismo sólo puede ir de la mano de la instauración de democracias parlamentarias.
Hagan pues, como señala Mark Brown, seria penitencia quienes arremetieron sin piedad contra George Bush, y, arrepentidos de aquellas posturas un tanto cobardes, hayan llegado ya al convencimiento de que el futuro de Irak, sea el que sea, siempre va a ser mejor que el mejor de sus pasados. Brown aconseja que, como pequeño pago, si usted es norteamericano y votó contra Bush por estas cuestiones, en el 2008 vote por el Partido Republicano. La verdad es que no estaría mal.
Autor: Smith
Publicado el 1 de febrero de 2005
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