Algunos polvos nos llevan a ciertos lodos en los que jamás hubiéramos pensado que caeríamos. Y es que, se mire como se mire, no parece ni medio normal que, habiendo llegado a ser uno de los dos aliados preferenciales de la primera potencia mundial en Europa, junto a Gran Bretaña, estemos actualmente rayando el tercermundismo en cuanto a política exterior se refiere.
Por todo ello, no nos extrañe que a la par que ninguna autoridad española de relieve acudía a la toma de posesión de George W. Bush en su segundo mandato presidencial, Rodríguez estuviera reunido junto a ese gran adalid de la democracia y el progreso mundial que se llama Hugo Chávez. Nos alejamos de Bush; nos acercamos a Chávez. No era éste un topicazo liberal para arremeter contra la “Alianza de las Civilizaciones” de Rodríguez, sino una cruda realidad que se confirma continuamente. El Gobierno se ha alejado peligrosamente de los EEUU, país que, además, lidera la lucha contra el terrorismo y la implantación de regímenes democráticos por el orbe, mientras abraza a un neoallendista de tintes peligrosamente castristas.
Aunque quien no se consuela es porque no quiere… Al menos, hay un español que sigue siendo apreciado por la Casablanca. Tan denostado por nuestra clase periodística progresista, toda la politicastrería antinorteamericana y las hordas de infumables titiriteros, José María Aznar puede ser en un futuro no muy lejano la única pieza a la que España pueda agarrarse en un hipotético y nada descartable 11-M bis o en una más que previsible colisión con la satrapía marroquí.
Autor: Smith
Publicado el 21 de enero de 2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.