Es inconcebible la fritada mental que ZP aloja en su cráneo. Pues no pide ahora este hombrecillo, en un mitin en Valencia, que el PP 'mire a la cara' a los millones (sic) de homosexuales que hay en España y les explique por qué quiere que sigan siendo españoles de segunda (las cursivas hacen referencia al diario El Mundo. ¡Sabrá este tío lo que ha dicho! De entrada no creo que haya nadie que sepa el número de homosexuales que hay en nuestro país ni en ningún otro, ni falta que hace porque la sexualidad es algo íntimo de cada uno, pero de ahí a afirmar que hay millones... Para ser millones, tío lila, tiene que haber un mínimo de dos millones de ellos y eso representa que de cada algo más de 20 personas una es maricón o lesbiana, niños incluidos.
Por otra parte, de dónde sacará este fulano que el PP los quiere tratar como españoles de segunda. Los populares, precisamente, incluían en su programa electoral un proyecto para regularizar la relación de este tipo de parejas, que es lo que suele hacerse en cualquier nación donde no gobierne el sectarismo más extremado. Por cierto, me gustaría saber en cuántos países se le llama matrimonio a la unión de parejas gays y en cuantos más se han eliminado de su Código Civil, o lo que corresponda, las palabras padre y madre.
Pero claro, en el fragor del mitin de Valencia y teniendo que soltar por esa boca toda clase de rayos y centellas contra el PP, a nuestro entusiasmado ZP no se le ocurrió otra cosa que recurrir a la bajeza de siempre. Y luego dicen algunos que presionamos demasiado a Rajoy para que espabile. ¿No hay que espabilar con quien te ataca sistemáticamente, con patada directa en los cataplines, como un método para defenderse de sus propias fechorías? Pero no, hay que ser buenecitos y reaccionar con un no me pegue más, señor Rodríguez, y además dicho por lo bajini, cuando ya te han molido a palos. ¡Internet, párate que me bajo!
Publicado el 24 de abril de 2005
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