Aunque motivados por otras cuestiones distintas a las que en este artículo vamos a comentar, lo cierto es que estas horas, en principio tan alegres, estamos comprobando la existencia de auténticos expertos en sembrar el odio más brutal y la deformación más mal intencionada que cualquiera pueda imaginar. Y escribe ésto, quien tiene la enorme suerte de tener en su familia un hermano que ha conversado ampliamente en alguna ocasión con Benedicto XVI.
El odio contra la Iglesia es algo tan antiguo como la propia existencia de la misma allá por los primeros años de nuestra era, marcada por el nacimiento de Jesucristo. Más reciente es el odio que contra España mantienen los neoaranistas defensores del Plan Ibarretxe o del independentismo a fuerza de goma-2, amonal y cloratita y los republicanos nacionalsocialistas que dirigen Cataluña en los últimos meses... hacia la destrucción. De momento sólo se les ha caído encima el Barrio del Carmelo, pero con la espectacular siembra de odio que están sembrando por toda España, las tempestades que se avecinan pueden pasar a las páginas más negras de nuestra, también bimilenaria, historia española.
Fíjense, lectores de Batiburrillo y Redliberal, al grado de indecencia, visceralidad, odio y destrucción que pueden llegar estos dos personajillos que dominan la vida política catalana, y para mayor desgracia, buena parte de la vida política española:
- Pasqual Maragall anuncia que Cataluña pedirá formar parte de la unión de Estados francófonos. La verdad es que nos importa bien poco si el grado de embriaguez del Molt Honorable President era el tolerable o no; pero lo cierto es que, cuando se está exigiendo, para desprecio mayúsculo de la nación española y de su Constitución, que Cataluña sea definida como una "nación" en el nuevo Estatuto que se está elaborando partidista y sectariamente, algo muy típico de las organizaciones políticas domeñadas por la masonería (ERC es un buen ejemplo), y sin contar lo más mínimo con sectores sociales y políticos importantes... querer presentarse ante el mundo como un Estado francófono más o decir que "En la historia de nuestro país -habla de la región catalana- Francia ha sido la puerta de la libertad", supone un claro ejemplo maragalliano de incitación al odio antiespañol en Cataluña y provocar al resto de los españoles que, conforme la sociedad catalana siga dando apoyos político a este tipo de sujetos, empezará a barajar un tipo de soluciones al desmadre en el que intencionadamente se está degenerando, nada recomendables para los propios catalanes.
- Carod Rovira dice que Madrid 2012 no necesita su apoyo y desea que triunfe una ciudad europea. Realmente es difícil averiguar por qué este infecto político acumula en sus células tanto odio y tanta visceralidad contra España. ¿Lo habrá mamado en las mismas reuniones ocultas a las que también eran asiduos sus antecesores republicanoindependentistas Maciá, Companys o Barrera? ¿Tendrá algún complejo de inferioridad por el que no puede vivir sin arremeter contra "mesetarios" y "madrileños"? No sabemos exactamente las motivaciones del irracional odio antiespañol de la Esquerra, pero lo cierto es que es una colosal mentira (perdonen por copiarle la expresión a Mariano) la insoportable afirmación de los separatistas antiespañoles y de los tontos útiles españoles que respetan lo políticamente correcto y aseguran que ellos -los nazis- no quieren nada malo para España, sino que quieren lo mejor para ellos.
Menudo embuste el de estas desvergonzadas gentes... ¿Es que no se acuerda nadie de que tras el desastre de Annual, los grupos separatistas catalanes felicitaron al cabecilla marroquí Abd-El-Krim, igual que Sabino Arana lo hizo con Roosevelt cuando perdimos Cuba? ¿Es que no se acuerda nadie que Roviretxe tuvo que retractarse de sus palabras en contra de las Olimpiadas Madrid 2012 porque en los meses prenavideños se estaba hundiendo bestialmente la venta del cava catalán en el resto de (sí, resto de) España? ¿Que pasa?, ¿que ahora no es época de vender cava y volvemos a la carga contra Madrid? Pero fíjense hasta qué punto llega la odiosa argumentación del energúmeno dirigente de la Esquerra Repugnante (y más en este caso) de Cataluña: Carod recordó que "nadie me pidió apoyo para la candidatura de Barcelona '92, por lo que no tiene sentido que me lo pidan para Madrid". De manual antiespañol, vamos; pero de manual para imbéciles integrales: ¿acaso todo aquel al que no se le pidió apoyo para Barcelona '92 ha de mostrarse indiferente ante la candidatura de Madrid '12? Pero, ¿quién le conocía a vd. en el '92?
Creemos que estos dos ejemplos son suficientemente aclaradores de la dramática situación en la que ha entrado España y del proceso de desbordamiento de la Constitución que parece irrefrenable. Nosotros, desde luego, no obsevamos ninguna reacción en las instituciones que debieran ponerse a la cabeza de una más que necesaria reacción constitucional patriótico-liberal: A Juan Carlos I, ni se le ve ni se le escucha y ya le han advertido que vivimos en una república coronada; del disolvente Rodríguez, no sabemos si empuja en una o en otra dirección, pero desde luego, a sus sucursales vasca y catalana deja hacer y, sobre todo, deshacer, a su libre albedrío. ¿Pero qué demonios habremos hecho los españoles para merecernos toda esta pesadilla que parece sacada de una novela de Stephen King o algo por el estilo?
Autor: Smith
Publicado el 20 de abril de 2005
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