¿Libre circulación de personas en España?

Artículo 19 de la Constitución Española: "Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional".

Este sábado pudimos escuchar en el Programa Protagonistas de Punto Radio la intervención de una radioyente que nos dejó realmente estupefactos. Mujer de un militar de carrera, y con varios hijos, se había encontrado con un problema a lo largo de toda su vida, que demuestra que la libre circulación de personas en España tiene más restricciones que las que uno pueda pensar.

Por motivos profesionales, su marido había estado destinado consecutivamente en el País Vasco, Cataluña y Valencia, a consecuencia de lo cual, los hijos del matrimonio han tenido un gravísimo perjuicio académico a lo largo de su trayectoria escolar. Salir de aprender el vascuence, para sumergirse en el catalán, y luego en el valenciano. Imagínense el esfuerzo de estos jóvenes que, por motivos ajenos a su voluntad, han sufrido el traslado consecutivo a estas comunidades autonómicas y cómo han tenido que sumergirse en cada una de las lenguas regionales cooficiales.

Una cosa es que dentro de una comunidad autónoma, llámense Cataluña, País Vasco, Galicia, Valencia, Mallorca…, exista la posibilidad de estudiar en el idioma regional peculiar o, aún enseñando en español, los planes de estudio incluyan la asignatura de la lengua de su comunidad, y otra cosa es que contraviniendo el art. 3 de la Constitución Española "El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla", un ciudadano español no pueda moverse libremente o, lo haga en condiciones de inferioridad, respecto al “autóctono” de una región con lengua cooficial, pero no común a todos los españoles. Si descartamos, porque no se le ocurre ni al “habitante” más disparatado de la casa de Gran Hermano,  la burda solución que en el programa Las Cerezas de Julia Otero propuso Carodetxe a Rodríguez Ibarra (que todos los españoles aprendan catalán), la única solución que queda para estos casos es que se cumpla la Constitución Española tal y como está: si España tiene una lengua común para todos los ciudadanos, ningún español puede sentirse lingüísticamente perjudicado cuando se desplace de un sitio a otro del territorio nacional. Lo contrario es un atentado intolerable contra la Libertad.

Autor: Smith

Publicado el 13 de febrero de 2005