Hoy hace un año que Batiburrillo comenzó su andadura. La de cosas que han pasado desde entonces en la política, y todas a peor. Todas encaminadas a coartar la libertad individual y a profundizar en las dos Españas. Todas enfocadas a consentirles a los nacionalistas esos caprichos de niños malcriados, unos caprichos que otorga alguien que no quiere a la familia y tan sólo apetece seguir ocupando la silla principal del salón. ¡Cuánto trabajo queda por delante! Si nos dejan. ¡Cuantas noticias desagradables hemos de conocer aún! No, no ha sido un año fácil para los que amamos la libertad.
Libertad, esa hermosa palabra con la que abrí a la vida la presencia de Batiburrillo en la Red y que hoy, para recordar la fecha, me permito reproducir:
Libertad. Loada de sabios, deseada de muchos y cantada de poetas, para cuya estimación todo el oro y las riquezas de la tierra es poco precio. Mateo Alemán (1547-1614).
Gracias a Daniel Rodríguez Herrera (1812), y a otros liberales que me han animado desde el grato cobijo que ofrece Red Liberal, inicio hoy una bitácora que espero sea duradera y gratificante. La titulo Batiburrillo, porque en ella pretendo desarrollar algunas ideas emparentadas con el sentido común que todos poseemos.
El hombre nace libre y libre debe seguir, sin ninguna necesidad de unirse a la recua encandilada y, al mismo tiempo, sin mostrarse disperso. El hombre está dotado para lo más sublime y al tiempo para lo más infame. Sobre la historia de la infamia, como una reedición de la vieja historia de Borges, puede versar más de uno de mis futuros artículos.
Os invito a todos a compartir y participar en unos párrafos, inicialmente inexpertos, acerca de los cuales intentaré que casi nunca vayan exentos de polémica, puesto que de la discusión nació la luz, una luz que jamás debe cesar de iluminar al hombre libre.
Gracias a todos vosotros que nos habéis leído a lo largo de este año y gracias, sobre todo, a mi compañero Smith, mi otro 70% de Batiburrillo. 445 artículos nos contemplan. Visitas y comentarios a miles, ¡ejem! Y seguimos para bingo, que será cantado con júbilo el día en que ZP deje de fastidiarnos a los españoles.
Publicado el 16 de abril de 2005
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