La verdad es que en momentos como los actuales en los que se mezcla una palpable mediocridad gubernamental y un desafío sin precedentes por parte de las fuerzas políticas centrífugas, se agradece en cierta medida la existencia de personajes un tanto rocambolescos como nuestro ministro Miguel Ángel Moratinos, más Desatinos que nunca. Restar dramatismo a momentos en los que ciertas coyunturas parecen atenazar nuestras libertades más elementales es algo indudablemente sano.
No hace muchos días, Miguel Ángel Moratinos dejó bien claras sus preferencias enológicas: el Burdeos. Resulta que como en España “apenas” se produce vino, pues la cosa no sentó especialmente bien al sector vitícola nacional. ¡Ten “embajador” por el mundo para que haga propaganda de la competencia!
Bien; parece ser que, por si la cosa no había quedado clara, es decir, que el socialismo no tiene por qué defender los intereses de los españoles sino de la humanidad entera –será por aquello de la famélica legión y los parias de la tierra- Miguel Ángel Moratinos ha vuelto a las andadas y desatinos que tanto van a aportar a nuestra historia del humorismo gráfico de esta época, lo cual es de agradecer. Ante la petición de las autoridades tailandesas de que nuestro País ayude a los sectores de la conserva del atún y de las gambas por aquellos pagos, Desatinos les ha garantizado que hará lo que esté en su graciosa mano para apoyar a estos sectores, por lo visto, tan deprimidos en aquella zona de Asia. Naturalmente que la totalidad de las empresas conserveras de pescado están que trinan porque, dada la brutal concentración por la que atraviesa el sector de la distribución en Europa, bastante tienen los empresarios con mantener sus distintas cuotas de mercado y sólo les hace falta que venga Curro Desatinos, a partir de ahora el de las “Mercedes”, a introducir latitas de atún tailandesas en el mercado nacional.
Pero en fin, que no decaiga la fiesta, y que el “embajador” Desatinos nos depare todas las aventuras que sean necesarias para sacarnos de la monotonía (Plan Ibarretxe, Plan Patxiletxe, Plan Carodetxe, Estatut Maragaletxe y demás “vulgaridades”).
Autor: Smith
Publicado el 15 de enero de 2005
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