Se ha comentado estos días que, ante la ponciopilatismo y el tancredismo del Presidente del Gobierno, incapaz -posiblemente por principios más que por presiones, ojo- de plantar cara a los diferentes embates de la Esquerra y el PNV, el Jefe del Estado iba a remarcar esta noche en su mensaje navideño la unidad de los españoles.
Que a nadie le extrañe si esta noche, S.M el Rey Juan Carlos I, incide en la cohesión nacional o territorial, como vds. prefieran llamarla, más de lo habitual. Varios elementos serían a nuestro juicio la causa de este posicionamiento: el desmadre federalasimetrizante del propio partido gobernante; el Plan Ibarretxe (con Patxiletxe detrás) a las puertas (2005); la nula oposición a las fuerzas centrífugas de Rodríguez Tancredo Poncio Zapatero; los triunfos parciales de la Esquerra... Demasiadas movidas para un Juan Carlos I, cuya Corona sería lo primero en caer con la desmebración territorial de España. Y es que Rodríguez podrá ser presidente de un plurinacional, pero Juan Carlos no le va a seguir la movida, porque en Zarzuela son conscientes que, por primera vez desde la Restauración, un partido republicano y separatista tiene la llave de la gobernabilidad en Cataluña... y en España.
Autor: Smith
Artículo publicado el 24 de diciembre de 2004
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