Por mucha propaganda que hayan hecho a favor del “sí”, parece que al final va a ser que “no”. Aunque vayan ustedes a saber, porque con toda la propaganda mediática de los prebostes franceses y sus correas de transmisión informativas, todavía es posible alguna última jugarreta de las huestes chiracianas y giscardianas. Y si no, que se lo pregunten a Mariano Rajoy, que en unas pocas horas dejó de ser Presidente del Gobierno de España, gracias a una sorprendente y repentina (?) confluencia de intereses políticos, surgida a raíz del atentado del 11-M. Nosotros, en cualquier caso, ya no nos fiamos de nadie.
De momento, en Alemania, y a pesar de la impagable solidaridad zapateril, el batacazo de Schroeder en las elecciones renanas ha sido monumental; y en Francia, como salga el “no”, el batacazo del establishment burocrático paramasónico, pues también lo va a ser; y en Galicia, a pesar de la horrenda, horrible y horrorosa gestión que desde Génova se ha hecho en la confección de las candidaturas, sin tener lo más mínimo en cuenta la realidad política del centro-derecha gallego (nadie diría que el registrador Mariano sea gallego), el eje frentepopulista BNG-PSG no va a poder arrebatar al PP la Xunta. Si a ello añadimos: la debilidad mostrada por el socialismo español en las elecciones europeas, en las que Mayor Oreja casi puede con Borrell; el abstencionismo sin igual que hubo en el referéndum sobre el Tratado Constitucional de Europa; y el decepcionante -digan lo que digan los prisaicos- resultado electoral socialista en Vascongadas… por mucho que la mona zapateril se vista de seda, mona se queda.
Hace unos meses, y con ocasión de la campaña antidemocrática del referéndum sobre el Tratado Constitucional de Europa, en este bitácora reseñamos la nada despreciable suma de 200 razones para votar “no” al mencionado tratado giscardiano. Trasládenlas a Francia, y quédense con la copla para este fin de semana. Pero no se hagan ilusiones, que, aunque triunfe el “no”, los manijeros de Bruselas ya se las apañarán (recuerden que a Dinamarca se le obligó a repetir el referéndum de Mastrique, porque había salido el “no”; en España, González no nos dio ni siquiera opción al referéndum… no era bueno desgastarse gratuitamente en una campaña) para seguir con sus proyectos totalitarios y burocratizadores; en contra de las sociedades europeas, como la francesa y la española. Sociedades que, a buen seguro, perderán y mucho con el tratado petardo diseñado por y para sus grandes beneficiarios: plutócratas, papanatas europeístas, chiracianos, giscardianos, y demás ralea.
En fin, malos momentos para el eje francoalemán; y no digamos, para sus más vulgares vasallos o el españolito de a pie.
Autor: Smith
Publicado el 27 de mayo de 2005
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