Se nos antoja un poco tartarinesca la idea de quienes -ahora- quieren (de la noche a la mañana y porque sí) que los EEUU y España alcancen el climax político de hermandad y de confianza mutua al que se llegó coincidiendo al frente de los Gobiernos de ambos países, George W. Bush y José María Aznar. Aquí parece olvidarse toda la retahíla de agravios con los que Rodríguez Tercermundero se ciscó en lo más profundo del ser de los norteamericanos: desde el desprecio a su bandera, hasta el descuelgue de las tropas en Irak.
Por eso, creemos un tanto baldíos los esfuerzos de la administración tancredil por congraciarse ahora con la zaherida administración norteamericana. Tanto es así que, por mucho que Miguel Ángel Moratinos quiera hacernos creer que las cosas van a llegar donde estaban antes del 14-M del 2004, las diferencias ideológicas existentes entre los actuales rectores de EEUU y los de España son del todo insalvables.
Un claro ejemplo demostrará al lector de Batiburrillo y Redliberal lo que estamos explicando.
Analicemos la posición de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, ante el imparable proceso de democratización del planeta, especialmente en Iberoamérica: ¿Qué es lo esencial para Rize? Pues, por encima de todo, que la democracia llegue cuanto antes y al máximo número de países. Tres vectores compondrían esta política democratizadora: 1) Implicación y compromiso ineludible por parte de las democracias consolidadas en la expansión democrática universal; 2) Reformas democráticas pertinentes en los países de apariencia democrática, pero cuyo sistema político deja mucho que desear (Brasil, por ejemplo); y 3) Ser implacables con los regímenes totalitarios y las dictaduras de todo tipo (Cuba, por ej.) y con los países que están recortando drásticamente los derechos fundamentales de cualquier democracia (Venezuela, por ej.).
¿Cuál es la posición de Miguel Angel Moratinos respecto a la democratización del mundo sometido? Sencillamente, subordinar la democratización de las naciones a los intereses políticos del momento. Por ejemplo: vender armas al populismo neobolivariano de Hugo Chávez; entrevistarse en diversas ocasiones con el dictador Obiang, a veces en secreto y a veces con publicidad, con el "caso Severo Moto" de fondo; mantener una política respecto a la dictadura cubana totalmente pelotera y sin consensuar; poner al mismo nivel el combate contra la miseria con la democratización de las naciones (como si fuera posible sacar de la miseria a las naciones sin Parlamento)...
Rice y Moratinos aspirarán por igual a intentar conseguir un mundo mejor. No seremos nosotros quien dudemos de las buenas intenciones de nuestro desatinado ministro. Pero mientras Rice tiene una jerarquía de valores coherente y eficaz, Moratinos se ha convertido en una víctima de las contradicciones del gabinete tancredil. Y es que, la defensa de la democratización de las naciones no admite muchos matices, la verdad.
Autor: Smith
Publicado el 29 de abril de 2005
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