domingo, 3 de diciembre de 2017

Desatinando, que es gerundio


Pese a lo que puedan pensar, no crean que nuestro ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, es una persona que nos cae especialmente mal. Puede incluso que hasta sea un personaje simpático. Lo que ocurre es sencillamente que su gestión (?) resulta completamente calamitosa para los intereses de nuestra nación española o, si lo prefieren, de la “multi-nación” Euzkadi-Cataluña-Restodespaña que están fabricando los federalizadores asimétricos.

Si hacemos un poco de memoria, los desagravios de Zapatinos hacia los EEUU han sido prácticamente interminables: desaire a la bandera norteamericana, campaña contra la intervención de la coalición multinacional (Nota: lo de la Alianza de Civilizaciones Zapateril estilo Guerra de las Galaxias, es bastante más unimonolateral que la intervención aliada apoyada por 30 países en Irak); retirada de nuestras tropas; petición expresa de abandono a todos los países de Irak para dejar solos a los EEUU; campaña en contra de Bush antes, durante y después de las elecciones… ¡Como los EEUU no nos habían ayudado en la lucha contra el terrorismo…!

Muchos políticos creen que los demás carecen de principios y que se puede ir por el mundo exhibiendo trilerismos del orden de donde digo digo, digo diego y cosas por el estilo, pero –y muy afortunadamente-, las cosas no funcionan así por el resto del orbe. Naturalmente que la administración Bush no tiene el menor interés en entablar ningún tipo de contacto con Zapatinos o Moratinos, pero claro está que éstos no pueden aparecer ante la opinión pública como unos ninguneados por los EEUU. Por eso y sólo por eso, Moratinos, en un nuevo episodio de desatinos, mintió al Presidente del Gobierno y a los españoles diciendo que iba a mantener una entrevista con Collin Powell, un tipo serio y coherente, cuando lo único que sucedió ayer es que nuestro ministro de Exteriores asaltó durante unos minutos, cual bandolero de Sierra Morena, al secretario de Estado norteamericano. En consecuencia, la cacareada "entrevista" quedó reducida a un monólogo protagonizado por Miguel Ángel Moratinos y de cuyo contenido, créannos, es mejor que no nos enteremos para mantener la moral nacional medianamente alta.

Autor: Smith
Artículo insertado el 10 de diciembre de 2004

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