Dentro de la mediocridad que inunda la jungla en la que se ha convertido la política nacional, los españoles tenemos la fortuna de encontrarnos con una mujer cabal llamada Esperanza Aguirre, persona de larga trayectoria liberal, que hace ya varios lustros llegó a formar parte del Consejo del Partido Liberal. Era la época en la que, quienes ahora brujulean con centroreformismos, que más bien parecen neofrentepopulismos, y se conchaban con Polanco, estaban todavía anclados en el conservadurismo postfranquista.
Por encima de todo, a Esperanza Aguirre hay que agradecerle que haya dignificado la anciana profesión del arte del buen gobierno. Hasta la fecha, era común en la práctica totalidad de los políticos de la derecha, callarse ante ciertas indignidades y dejar transcurrir los insultos y las campañas de difamación del adversario porque preferían pasar desapercibidos por aquello de qué dirán. Tan sólo se nos ocurre el caso del difunto y excéntrico Jesús Gil y Gil (q.e.p.d.) y su malogrado GIL, como excepción a la regla del maricomplejinismo liberal-conservador que tan bien venía a radicales y ultraizquierdistas. Todo eso y otras muchas cosas eran habituales hasta que, de la mano de José María Aznar –a cada uno lo suyo- llegó Esperanza Aguirre, persona a la que hay que darle las gracias por poner punto y final a esta situación y por otras muchas razones que a continuación exponemos:
- Por su larga trayectoria liberal.
- Por defender las ideas políticas liberales con ahínco.
- Por ser fiel al pensamiento liberal.
- Por defender la Libertad por encima de todas las cosas.
- Por ser una valiente.
- Por argumentar con datos.
- Por tener ideas que funcionan.
- Por anteponer la realidad a la gestión pública.
- Por unificar la enseñanza de las Humanidades para todos los españoles.
- Por ser inflexible ante el terrorismo.
- Por demostrarnos que existe un camino, al margen de Maricomplejines.
- Por demostrarnos que aquí, en España, también tenemos una Dama de Hierro.
- Por ser una de las personas públicas con más cultura que jamás hayamos conocido.
- Por no tener nada de “pija tonta” y mucho de “animal político”.
- Por defender sin mayor problema el liderazgo de Mariano Rajoy, a la par que la presencia de Aznar en FAES o en el Consejo de Estado.
- Por demostrar a todas las mujeres de España que se podía llegar a presidir el Senado y una Comunidad sin necesidad de cuotas.
- Por cumplir con su deber y denunciar la marginación con la que el Gobierno Socialista quiere relegar a la CAM en beneficio de Cataluña.
- Por defender a los dos compañeros de tu partido arbitrariamente detenidos por el Ministerio del Interior.
- Por aceptar el reto de Vicevogue, alias “Carapasa", y concretar, datos en mano, la brutal discriminación antimadrileña del gabinete tancredil.
- Por no callarse ante la estúpida cesión de Zapatero de llevar a Roma la firma de la Constitución Europea.
- Por enfrentarse al Gobierno todas las veces que lo cree necesario. Lo hace el socialista Ibarra, ¿no lo va a hacer la popular Aguirre?
- Por resistir como una jabata la campaña de acoso y derribo a la que Zapatero está sometiéndola para hacerse en el 2007 con Madrid y consolidarse él en la Moncloa.
- Por llevar con una dignidad encomiable la retahíla de trapacerías con las que ZP y Gallardón pretenden marginarla de determinados actos públicos.
- Por llevar con esa misma dignidad todas las campañas con las que desde Telecinco (recuerden Caiga quien Caiga) y el PRISOE han pretendido –nunca lo consiguen- trasladarnos una imagen que no es la suya.
- Por responder con energía al insulto de “ultraderechista” proferido por esa mediocridad llamada Pepiño Blanco.
- Por dejar en su sitio a esa momia bolchevique llamada Haro Teglen, que le había llamado “cristianofascista”, cuando él había sido un franquista redomado en su juventud.
- Por reducir el gasto mientras la alcaldía de la capital despilfarra los recursos.
- Por bajar los impuestos mientras Gallardón sube las tasas.
- Por liberalizar mercados mientras Gallardón los interviene.
- Por cortar la escalada de Gallardón en el PP de Madrid.
- Por haber acudido al País Vasco a apoyar a María San Gil, mientras otros se quedaban cómodamente en su casa.
- Por dejar a un tal Cobo donde tenía que estar.
- Por evidenciar los apoyos (?) reales de Gallardón en el PP.
- Por evitar el posterior asalto de Gallardón a Génova.
- Por dejar a Simancas donde debe: en la oposición. Su palmaria inutilidad es un peligro para Madrid.
- Por convertir a Madrid en la locomotora económica de España.
- Por demostrar cada día que el intervencionismo y el reglamentismo del País Vasco y Cataluña están hundiendo a estas CCAA, mientras el liberalismo ha aupado a Madrid al liderazgo económico nacional.
- Por hacer de Madrid la Comunidad autónoma más solidaria de España.
- Por tener la habilidad de integrar a casi un millón de inmigrantes.
- Por crear el 36% del empleo nacional con tan sólo el 13% de la población.
- Por enseñar a Maragall que funciona mejor “vivir en libertad” que “construir nación”.
Por todo ello, y por muchas cosas más... ¡mil gracias, Esperanza Aguirre Gil de Biedma!
Autor: Smith
Publicado el 5 de mayo de 2012
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