O "comunidad nacional". (Por favor, Astur-Leonés, corrígeme si el vocablo es un disparate).
Bien. La cosa es que el socialismo hispánico, mejor dicho, los socialistas que viven en el Estado sito entre Francia y portugal, no sólo no creen en España, sino que están dispuestos a trocearla a pasos agigantados. Por cierto, ¿no se cansa el neogaullista Bono de apagar los fuegos que enciende su propio partido? Por favor, sea honesto y cambie de siglas -PP, por ejemplo- o retírese, porque está visto que vd. es minoría en su partido federalista-asimétrico desde hace tiempo y, por lo visto, pesudo nazi-onalista en las últimas semanas. ¿Se ha preguntado el señor Bono cuántos socialistas españoles han estudiado lo que es España?
Un tal Rubio Llorente, a la sazón presidente del Consejo de Estado, ha puesto como ejemplo de "comunidades nacionales" a Cataluña y al País Vasco. Y Patxi López y Pascual Maragall se han puesto muy pero que muy cachondos, máxime cuando se enteraron que en la visión del impresentable Llorente, "la comunidad nacional vasca se extiende, como se explica bien en el célebre Plan Ibarretxe, a muchos territorios distintos de dos Estados diferentes y la comunidad nacional catalana abarca al menos tres comunidades autónomas".
¿Está el enemigo en nuestra propia casa? Nosotros, sinceramente, creemos que con estos andamiajes, no hacen falta ni Carodetxes ni Ibarretxes. Cuando desde las propias instituciones de un Estado, la descomposición nacional alcanza el grado supremo, se asumen tesis y terminologías de tipo nazi, se apoya el expansionismo de los peores sujetos que la Historia ha podido dar y se da carta de naturaleza a las teorías de quienes odian a España desde lo más hondo de su ser, podemos decir tranquilamente que la empresa nacional española está prácticamente liquidada. O reaccionamos ya, o muy pronto lo lamentaremos.
Autor: Smith
Publicado el 10 de marzo de 2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.