domingo, 26 de noviembre de 2017

Maese simulacro


Si esta bitácora política cumpliese adecuadamente su función, como Dios manda, aquí sólo se deberían comentar las leyes o proyectos que nos afectan a los españoles, tanto del Gobierno de la nación, como de los gobiernos regionales (en puridad cabe hablar únicamente de regiones, lo demás son cuentos chinos) o bien de esa cosa rara que denominamos Comisión Europea, que más que un gobierno es una especie de Comisión de subsecretarios burócratas al servicio de las decisiones de Francia y Alemania y, muy ocasionalmente, del Reino Unido.

Pero lo que ocurre es que el gobierno que preside ZP, al que comienza ya a conocérsele como mister La Nada o maese Simulacro (de presidente), aún no ha propuesto ninguna ley digna de tal nombre y en sus casi cuatro meses de mandato sólo ha tenido un ideario que ha puesto en práctica con increíble saña: Destruir para contentar. Sí, como suena, el ejecutivo de La Nada, acobardado por ciertos mensajes que le llegaban desde Cataluña y cogido en la trampa de sus irresponsables promesas de campaña electoral, se ha dedicado a practicar una política basada en hechos destructivos, clamorosamente destructivos, destinada a satisfacer a sus socios nazis (PSC), a sus socios comunistas (IU) y a sus socios separatistas (ERC), quienes le han amenazado hora sí y hora también con no darle soporte en el Parlamento. 

Con la cantidad de cosas útiles que puede llegar a realizar o planear un gobierno en 120 días, muchas de las cuales hubiesen proporcionado ilusión al país y quizá hasta hacernos olvidar en parte la conspiración del 11-M y siguientes, maese Simulacro no ha dudado ni un momento en dedicar lo más robusto de su política a guillotinar dos grandes leyes del anterior Gobierno, la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza) y el PHN (Plan Hidrológico Nacional). Ambas leyes, de dilatada elaboración puesto que fueron muy estudiadas durante años por el Gobierno del PP, en lugar de ser aceptadas como una magnífica herencia que eran, ¿cuándo nos veremos en otra?, se paralizaron a la velocidad del rayo. Veamos el porqué.

La LOCE, sin ser nada ultra galáctico, era una ley orgánica muy apañada, aprobada por las Cortes, que pretendía mejorar la calidad de la enseñanza e incentivar el esfuerzo personal de los alumnos. Se trataba de sustituir a esa LOGSE socialista que, como bien saben sus autores, había creado ya generación y media de analfabetos. Naturalmente los socialistas han anulado a galope tendido la LOCE, puesto que para ellos era un peligro potencial que el alumnado aprendiese y adquiriera capacidad para razonar por sí mismo. Ahora, para sustituir a la paralizada LOCE, nos anuncian una nueva ley que ya veremos cómo será. De todos modos, para que se comprenda la mentalidad del Ejecutivo que nos manda, pongo un ejemplo de LOGSE, otro de LOCE y un tercero de lo que no me extrañaría que fuese la próxima reforma. Ejemplos caídos en mis manos a través del correo electrónico.

--LOGSE: Un agricultor vende un saco de patatas por 1000 pesetas. Los gastos de producción se elevan a 800 pesetas. Y el beneficio es de 200 pesetas. ACTIVIDAD: Subraya la palabra patata y discute sobre ella con tu compañero.

--LOCE (paralizada ilegalmente por Real Decreto): Un campesino vende un saco de patatas por 1.000 pesetas (obsérvese el punto que separa los miles). Sus gastos de producción se elevan a 4/5 del precio de la venta. ¿Cuál es su beneficio?

--LA PRÓXIMA REFORMA: El tio Ebaristo, lavriego vurges latifundista espanyol intermediario es un capitalista insolidario y centralista q saenriquecido con 200 pelas al bender espekulando un mogollon d patatas. ACTIVIDAD: Analiza el testo, busca las faltas de sistasis dortografia de puntuacion , y si no las bes no t traumatices q no psa nda. Envia unos sms a tus compis comentando los avusos antidemocráticos d Ebaristo i convocando una manifa espontanea en señal de protesta.

¿Qué explicación puede tener la decisión de maese Simulacro para que haya eliminado la LOCE? Una muy sencilla: El PSOE no ha sido nunca, ni es (quizá no lo sea jamás) un partido de gobierno, sino un partido de poder. Por desgracia para España, desde que el PSOE se fundó no ha contado con ningún estadista entre sus filas, ni siquiera con gobernantes serios, sino con mandatarios, que son esa gente que llega a lo más alto del poder a base de codazos, como vía más frecuente. O gracias a toda suerte de rebotes y carambolas, como fue el caso de ZP, que resultó elegido Secretario General del PSOE por su carácter de Ángel Siseñor y por quienes le tenían pánico a Bono, del que ya vemos que no deja de ser un tipo bastante mediocre y dogmático pero que por patriotismo (cualidad casi inédita entre la clase dirigente socialista) no le hubiese hecho el juego al nazi de Maragall ni se hubiera prometido a aceptar cualquier estatuto de autonomía surgido del Parlamento catalán, promesa que en su momento sí hizo ZP y con ella se elevó a lo más alto del panteón celestial de los pardillos.

Al PSOE no le interesa en absoluto una nación española de abundante clase media, bien educada y con criterio, sino un pueblo adocenado, con clases diferenciadas, que sea fácilmente manipulable a base de consignas. Al PSOE, y sobre todo a esos socios que le tienen atrapado por donde más duele, entre los que incluyo al nacionalista PSC, no le interesa una nación española con leyes iguales para todos desde las que se inculque el respeto a la patria común, sino un mosaico de intereses autonómicos a los que engatusar con promesas y a los que recabar su apoyo en el supuesto de insuficiencia parlamentaria. Al PSOE, y sobre todo a ese Imperio mediático que lo sustenta, no le interesa un conjunto de ciudadanos a los que aplicar por igual una legislación bien definida, que además se haga cumplir, sino un conjunto de colectivos (gays, lesbianas, artistas, abortistas, ecologistas, filoeutanásicos, anticlericales, jornaleros, sindicalistas, funcionarios, subvencionados de todo tipo, antimonárquicos...) a los que se les irá concediendo de modo alternativo promesas y favores para cautivar sus votos, para convertirlos en auténticos clientes de por vida.

Al PSOE, seamos claros, no le interesa la LOCE, por eso la anuló a la tercera señal. Le preocupa más conservar un suelo electoral de seis a ocho millones de votantes que se dediquen a escuchar la SER o se sienten a ver Crónicas Marcianas, Los Muñegotes o Cuéntame cómo pasó, donde hasta el cura era comunista radical y un santo varón mientras que al franquismo de la época se le asocia sistemáticamente con la derecha y se dice, o se quiere decir, que los de ahora son sus hijos. Si la LOCE no se hubiese puesto en cuarentena de inmediato, podía haberse corrido el riesgo de enseñar a leer a muchos futuros votantes. Y si se sabe leer bien, se adquiere el gusto por los libros. Y quien lee libros, sobre todo si no son las novelillas de misterio que entrega El País en su edición dominical, puede cometer el pecado de pensar. Y si el votante piensa, puede llegar a cuestionarse qué hace este PSOE que nos gobierna de tal modo y con semejante talante sectario..., etcétera.

Ahora tocaría hablar del PHN, que fue la más formidable ley parida por un Gobierno que se dedicó a hacer de España un país decente y con clase. Un país, para los que nos mantuvimos informados y supimos eludir la demagogia progre, que recuperó su autoestima y se colocó en la senda de las naciones de primer orden. Un país regido por un gran estadista que no le importó arriesgar la continuidad de su partido en el poder y decidió hacer en todo momento lo que a España le convenía. Un país, lamentablemente, gobernado por quien creyó mucho más en las obras que en la propaganda y descuidó torpemente rodearse de medios de comunicación afines que neutralizasen las asechanzas de los nazis territoriales y de ese socialismo con mono de poder.

Así que poca cosa diré del PHN que no se sepa ya. Puedo recordar, por ejemplo, que su eliminación fue impuesta al PSOE por el PSC, a quien a su vez se la impuso el infame de Carod, ese individuo mitad odio y mitad envidia. Puedo recordar también que Maragall nos decía en su campaña que a los del sur ni agua , que la derrochan, pero que esa frase encerraba bastante más que insolidaridad. Puedo recordar que hasta un tipo tan peculiar como Labordeta, que se pateó toda España pueblo a pueblo, que contrastó ecosistemas y comprobó la aridez de ciertas comarcas levantinas necesitadas con desesperación de agua, ha sido contentado por La Nada a cambio de que el aragonés le ofrezca su voto con el mismo énfasis con el que insulta a los populares desde la tribuna de oradores del Congreso. Puedo recordar, finalmente, que la tecnología que se utiliza en el sureste para el aprovechamiento integral del agua deja a Maragall, autor de la frase que la derrochan, con el culo al aire y las pelotas de la infamia colgando, lo que demuestra a las claras que no es más que un nazi miserable cuya memoria será despreciada por los siglos de los siglos en cualquier tierra normalizada donde se ame a España.

Artículo publicado el 14 de agosto de 2004

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