lunes, 3 de diciembre de 2018

Quién le pone el cascabel a Siria


Es necesario que lo de Libia acabe pronto para que la OTAN pase a ocuparse lo antes posible de Siria, ese estado terrorista cuyo máximo dirigente, hijo de su padre, no dudó en alojar las armas químicas de destrucción masiva que el iraquí Sadam quiso esconder al vérselas venir en la segunda guerra del Golfo y que más tarde han constituido la base de una industria modernizada del terror.



De no intervenir pronto en Siria, acabará siendo un problema mucho peor que el libio, porque no se trata de 5 o 6 millones de personas dispersas en casi dos millones de kilómetros cuadrados (cuatro veces España), sino de casi 20 millones de habitantes hacinados en un territorio que es un tercio el de España. Algo así significa que los pobres sirios, de seguir la misma tendencia criminal del cabrito que gobierna (según se ve en el vídeo), podrían acabar muriendo como chinches. De hecho, tenemos ya varios ejemplos de hasta dónde está dispuesto a llegar Bashar al Asad, el represor que ha causado ya varios cientos de muertos y heridos en las protestas contra su régimen.

Pero hay algo que aún podría ser mucho peor en el asunto de Siria, que Asad se viera acorralado por las revueltas y decidiera atacar a Israel como una forma de desviar la atención y de paso lograr el respaldo de la Liga Árabe. Nada le costaría al déspota sirio fingir que se defiende de cualquier acto violento israelí organizado por él mismo y pasar directamente al ataque de los altos del Golam, por ejemplo, donde podría provocar una auténtica masacre si utiliza armas químicas. En cualquier caso, incluso con armas más convencionales, el ataque a territorio israelí lo doy por hecho si este canalla se ve realmente en apuros. ¿Habría una represalia israelí? Por supuesto. ¿Con un número importante de víctimas? Digamos que en la proporción adecuada. Eso sí, serían víctimas sirias perfectamente asumibles para el dictador Asad, que habría salvado así su propio culo de la ira del pueblo.

Autor: Policronio
Publicado el 25 de marzo de 2011

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