Ya pueden patalear los filoetarras de Amaiur, los de Bildu y otros similares, entre los que a menudo también lloriquean como plañideras los del PNV y algunos socialistas vascos encabezados por Patxi López, que ha vuelto a ser Patxi "Nadie". Y desgraciados de todos ellos si algún comando asesino decide actuar, porque un hecho semejante llevará implícita, de inmediato, la ilegalización de cuantos grupos de secuaces viven sometidos a una banda de criminales. Bien por Rajoy, bien, ha dejado claro por segunda vez (la primera fue en el Congreso, como respuesta al tipo listo de Amaiur) que ante todo debe primar el cumplimiento de la ley. Es decir, la actitud situada en el lado opuesto de esa política oscurantista y pérfida que estuvo practicando el régimen zapaterino con Rubalcaba a la cabeza.
Un Rubalcaba, por cierto, que sin poseer en el PSOE algo distinto a la condición de simple diputado, como otros ciento y pico, se ha convertido en el amo de la sede de Ferraz, donde disfruta ya del mejor despacho y dispone de un par de secretarias para que le lleven la agenda de su candidatura a "Masmejor". Y ojalá salga nombrado (lo de nombrado es un decir), porque algo así significará que el socialismo seguirá desgastándose en reyertas internas auspiciadas por quien no sabe vivir al margen de la intriga y, en consecuencia, la izquierda de garrafa representada por Alfredito no levantará cabeza hasta Dios sabe cuándo. Lo que no deja de ser una bendición para los españoles.
Para ampliar la noticia vea este artículo de La Razón
Autor: Policronio
Publicado el 29 de diciembre de 2011
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