Desde aquel día
de octubre de 2011 en el que la banda armada ETA anunciaba en
un comunicado el fin de los atentados terroristas, muchos hemos sido
los que nos hemos mostrado escépticos con respecto a la veracidad de dicho
anuncio. No por capricho, sino por toda una serie de indicios que permiten
sustentar la tesis de que el supuesto fin de la violencia obedecía más a
motivos estratégicos con posible fecha de caducidad que al sincero propósito de
los etarras de dejar de matar.
El hecho de que
los etarras ni entregasen las armas, ni se disolvieran ni se arrepintiesen de
nada, fomentaba las sospechas acerca de la
franqueza etarra. Estas sospechas no dejaron de ser alimentadas
públicamente, tanto desde
la propia banda terrorista como desde
su entorno, con lo cual es absolutamente lícito que no se diese la
más mínima credibilidad al anuncio de los etarras.
Y, por si fuese
poco todo lo anterior, nuevos ingredientes han venido a salpimentar los
comprensibles recelos hacia los de la capucha. El día 14 de este mes fueron detenidos en Francia tres etarras armados y en posesión de material
para fabricar artefactos explosivos de los que hieren y matan, no petardos de
verbena de pueblo; hace tres días el ministro de Interior, señor Fernández Díaz, reconocía que ETA está reconstruyendo su aparato logístico y extorsionando a comerciantes vascos. El próximo domingo, Batasuna tiene previsto homenajear en San Sebastián al recientemente fallecido fundador de ETA… demasiadas pistas, verdaderamente, nos están dando
los etarras para que no sepamos a qué atenernos en cuanto a sus verdaderas
intenciones. ¿Cómo creer, visto lo visto, que el tiro en la nuca y la bomba
lapa, únicas y verdaderas señas de identidad de los terroristas, ya sólo forman
parte del pasado?
Finalizo con un
macabro desatino. De los 156.322 € que Amaiur va a recibir por su presencia en el Congreso
de los Diputados, 7.463 son “para gastos de seguridad”: sin duda semejante
esperpento hará las delicias del más trastornado entusiasta del humor negro.
Publicado el 25 de enero de 2012
Lo dicho anteriormente, eres todo un visionario, un profeta del futuro, alguien que siempre ve el porvenir y nos lo anuncia. No te da vergüenza releerte, parece que deseas que se cumpla tu profecía.
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