Ando con el
cerebro un tanto obnubilado, pues una duda a la cual no encuentro fácil
solución ha conseguido atenazar hasta límites insospechados mis ya de por sí maltrechas conexiones neuronales. Les pongo en antecedentes, pues la historia
tiene su enjundia.
Causante de mi
desdicha ha sido la idea –que en su momento me pareció una buena idea– de
rebuscar en la cosa del internés el artículo de opinión
más cafre de la semana para tributarle al correspondiente articulista merecido
y público reconocimiento por su encomiable labor. Y así, buscando por aquí,
buscando por allá, he encontrado un artículo de una tal Mercè Rivas digno de optar con toda justicia al
premio, aunque tan sólo fuese por la aberrante contradicción que encierra su
encabezamiento: “Sí a la vida, al aborto y a la dignidad”.
Mientras cavilaba
sobre tan dementes aseveraciones, encontré en ese inagotable filón de hediondez
llamado “El Plural” un artículo de esta semana del siempre convenientemente exacerbado
Enrique (ahora Enric) Sopena titulado en ingeniosa rima consonante “¡Mariano,
Mariano, que no llegas al verano!”, en el que tras esgrimir en referencia a las
elecciones andaluzas que “los votos son los votos y lo demás cuentos chinos”,
desmiente en pocas líneas como quién no quiere la cosa tan enfervorizada
declaración de amor a la democracia. Resulta que los votos de hace una semana
son los que valen; los de noviembre han perdido toda su vigencia porque a Rajoy
el día 29 “se le echó encima el conjunto de la izquierda y de muchísimos
ciudadanos y ciudadanas” –obsérvese la distinción, inconsciente o no, entre
“izquierda” por un lado y “ciudadanía” por el otro–. Y es que como “la gente
por lo general” –“la buena gente”, matiza Sopena– está en contra de las
políticas de Rajoy, da Sopena por buenas algunas pancartas exhibidas con la
leyenda que da título al cafre-artículo, hasta el punto de, olvidados sus
apasionamientos demócratas de siete párrafos más arriba, lanzar una severa
advertencia al presidente: “¡Ojo, Sr. Rajoy, que el tiempo pasa volando!”
Finalizado tan
apasionante y necesario interludio, retomo el tema de la duda que no me deja
vivir. Bien es verdad que el artículo de Rivas –sí a la vida matando a placer–
es de lejos el artículo más cafre de la semana. Pero tan cafre es que incluso
podría ser descalificado por ventajista y abusón. Además el artículo de Sopena
–democracia de los votos o de las algaradas callejeras según interese, con el
extra para nada despreciable de la dicotomía entre izquierda y ciudadanos– sin
llegar a tales niveles de excelencia es un ejercicio cafre de categoría
suprema. Así que no sé a cuál de los dos artículos distinguir como
“Cafre-artículo de la semana”, con lo que dejo a la particular preferencia de
cada uno de ustedes la decisión mientras yo me voy a dormir, que ya son horas.
Autor: Rafael Guerra
Publicado el 1 de abril de 2012
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