Usurpadores de la democracia

Cuando uno oye a socialistas, comunistas o nacionalistas con la boca llena de la palabra democracia, que incluso se permiten en ocasiones repartir en debates y artículos el carnet de demócratas a quien les parece, no puede por menos que sorprenderse, por cuanto esas ideologías son colectivizadoras y antidemocráticas per se. Parece mentira que haya que recordar continuamente que la idea de democracia procede del empirismo y del liberalismo, filosofías ajenas a las ideologías fanáticas. Particularmente en España sobra ideología y falta pragmatismo que aborde las cuestiones desde el punto de vista empírico y experimental, base del avance científico, que es el que ha ido fomentando que el hombre haya podido ir haciéndose poco a poco cada vez más civilizado.

Los precursores de la democracia fueron John Locke, Francis Bacon y Montesquieu. John Locke, filósofo del empirismo y del liberalismo, ya en el siglo XVII, habló de que la soberanía popular emana del pueblo y que la vida, la propiedad y la libertad son derechos naturales de los hombres, que el Estado debe proteger. Locke estableció la necesidad de la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, como base del buen gobierno, anticipándose a Montesquieu, que lo desarrollaría posteriormente. Por desgracia aquí, desde que Guerra berreó aquello de “Montesquieu ha muerto” y los poderes políticos comenzaron a hacer acuerdos para nombrar al Poder Judicial, hemos retrocedido a los tiempos previos a Locke. La consecuencia ha sido la invasión de la corruptocracia y la kakistocracia que nos ha llevado a la ruina.

Autor: Bucan (Firmas invitadas)

Publicado el 20 de junio de 2010