La prohibición de los toros en Cataluña es una nueva estocada a lo que es y representa España, a su cultura y a su tradición, pero también lo es a ese don tan preciado de las personas como es la libertad, algo que cada vez molesta más en las altas esferas de la política, como demuestran día a día.
Con respecto a lo primero, a la estocada a la cultura española, no me queda más remedio que pensar que es el odio lo que mueve a estos politiquillos que siempre se creen en posesión de la verdad, empezando por el propio presidente de la Generalitat, el cordobés Montilla, y siguiendo por toda esa caterva de socialistas nacionalizados, nacionalistas, independentistas, comunistas, etc., etc.; el odio a lo español, del que han hecho su razón fundamental de ser. Pero es un odio revestido de ignorancia, al identificar con España una fiesta que, aun siendo profundamente española, también es internacional, pues existe en Portugal, en Francia y en otros países latinoamericanos, una fiesta, pues, que traspasa nuestras fronteras, pero que, además de eso, es un arte y una forma de entender la vida.
En cuanto al ataque frontal a la libertad que supone esta prohibición, es un paso más en ese camino hacia el pensamiento único que se está implantando en Cataluña, evidenciando su casta política que le da igual sacrificar la libertad si con eso consigue imponer su visión partidista y totalitaria sobre el conjunto de la sociedad, sociedad que, dicho sea de paso, aguanta silenciosamente con resignación e indiferencia estos dictados del poder político. Aquí está prohibido educar a los hijos en castellano, a los comerciantes les está prohibido rotular sus comercios en dicha lengua común de los españoles, ahora se han prohibido las corridas de toros. ¿Qué será lo siguiente que prohíban?
No nos engañemos, no se trata de defender a un determinado animal, al toro, criado, por cierto, para la lidia, eso queda para los antitaurinos, que ahora lo estarán celebrando por todo lo alto; de lo que se trata realmente es de seguir cortando lazos con el resto de España, cada vez más hecha jirones, y de atentar contra la libertad de las personas.
Autor: Fernando León (Firmas invitadas)
Publicado el 29 de julio de 2010
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