lunes, 12 de noviembre de 2018

Salgado: Creer, esperar, confiar...


Creíamos, esperábamos, confiábamos… Es casi irritante escuchar a altos cargos políticos expresarse en tales términos. Dice la ministra de Economía, Elena Salgado, que no creían que la crisis iba a ser tan severa. Pues con un endeudamiento de empresas y familias que supera tres veces el PIB, con un endeudamiento externo neto de los españoles de 800.000 millones de euros, con un déficit exterior crónico, con una inmigración descontrolada y con 17 parlamentos con capacidad de gasto y endeudamiento, por no extenderme en otros parámetros, no sé qué pensaban lo que iba a ser la crisis. Pero lo grave es que a ésta situación no se llega en dos días. Y primero no la evitan y, después, reaccionan con la misma rapidez que si estuvieran en una maratón de berberechos. 

Ellos, el Gobierno, tenían los datos globales permanentemente a su disposición, cuanto menos, vía el Banco de España. Cuando hace tres años, más o menos, el endeudamiento era de casi dos veces el PIB y el endeudamiento exterior neto era de la mitad del de ahora, digamos 400.000 millones de euros, las alarmas ya debieron haberse disparado, puesto que ya la situación era grave. Y cuando hubo el debate televisivo de Solbes con Pizarro, allí estaba el entonces ministro en plan de impávido don Tancredo, echando balones fuera, porque estaban cerca las elecciones de Marzo de 2008. No sólo no tomaban medidas para frenar el disparate, sino que ZP tachaba de antipatriotas a los que advertían de la que se echaba encima. Creen, esperan, confían…, porque no saben qué hacer, salvo malgastar, emitir deuda y subir impuestos.

O lo que es peor, sí saben que hacer, hasta empiezan a darse cuenta de dónde está el problema. Relataba Jesús Cacho en su artículo en el Confidencial del último domingo, cómo ZP había hecho una confidencia a un interlocutor del grupo de los 100 economistas, con los que se reunió con motivo de hablar sobre la reforma laboral: “estos sindicatos son la maldición de España”. O sea, que se percatan de muchas más cosas de las que después reconocen en público. Como se sabe, asimismo, que los 17 parlamentos, auténticos feudos de poder político regional, de nacionalismo y de caciquismo, son inviables económicamente. Pero la ideología y las servidumbres populistas del partido les impiden actuar con rapidez en la dirección correcta. 

Autor: Bucan (Firmas invitadas)
Publicado el 23 de junio de 2010

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