Nada puede hacerse frente a un tirano como el marroquí Mohamed VI cuando la persona encargada de darle la respuesta ha venido a ser un tipo pusilánime con los fuertes (usualmente dictadores o genocidas) y de lo más implacable con los débiles, o por mejor decir, con los ciudadanos menos conflictivos. Según destaca el diario La Razón, ‘Mohamed VI obligó al Gobierno [socialista] a parar vuelos militares a Alhucemas’. Vuelos que desde hace dos décadas han venido efectuando semanalmente helicópteros militares de abastecimiento y relevo de tropas entre Melilla y el islote de Alhucemas, eso sí, autorizados a sobrevolar territorio marroquí según acuerdo establecido entre España y Marruecos.
Es decir, los militares españoles se adaptaron en todo momento a las normas. Nada pudieron hacer para impedir que el sátrapa Mohamed oyese el vuelo, puesto que Alhucemas se encuentra a unos 300 metros de la costa marroquí, en cuyas aguas próximas fondeaba un yate de lujo y a bordo del cual dicen que descansaba el amo del cortijo. Si acaso fue el propio reyezuelo, molesto de que el runrún del helicóptero le impidiese concentrarse en el ‘esparcimiento’ de turno (es bien conocido el apego del sultán a la molicie), el que de un modo arbitrario le ordenó a su primer ministro que presentase dos quejas al gobierno socialista (he estado a punto de escribir ‘de España’), una queja con cada pasada de la aeronave. Respuesta de Zapatero: Que suspendan los vuelos. No importa que Alhucemas quede desabastecida o que no sea posible relevar adecuadamente a los profesionales destinados en el islote, donde también hay civiles. Ante todo que no se moleste el déspota alauita, no vaya a ser que se traumatice.
Lo suyo hubiera sido dar la orden de que ese helicóptero mantuviese la rutina en los vuelos y contestarle algo así al tipo que formulaba la queja: Si a España se le retira la autorización de sobrevolar territorio marroquí para abastecer Alhucemas, que es suelo español, simplemente nos obligaría a dar un rodeo por aguas internacionales que en ningún caso evitaría, en la aproximación al helipuerto, interrumpirle el sueño, o lo que sea, a vuestro monarca. Y hablando de rodeos, ya podéis ir pensando en cómo enviáis vuestras mercancías a Europa y de qué modo vais a plantear este año (y por qué país) la operación ‘Cruce del Estrecho’, porque si el vuelo de nuestro helicóptero es molesto para Mohamed, ni contaros quiero las molestias que nos ocasionan en España, provocando centenares de accidentes, invadiendo las áreas de servicio sin hacer gasto y lavándose los pies en los lavabos (que lo dejan todo como un estercolero y ahuyentan a nuestro turismo), esos millones de marroquíes que cada año usan nuestras carreteras para ir y volver a Marruecos. Ah, y según sea la respuesta, desde ya mismo nos replanteamos el volumen de nuestras ayudas económicas a vuestro país. Total, para que casi todo vaya a parar a las cuentas suizas de Mohamed.
Origen imágenes: La Razón
Autor: Policronio
Publicado el 24 de junio de 2010
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