De los 11 jugadores que componen la selección ideal del Mundial, seis de ellos son españoles: Casillas (trofeo al mejor portero), Ramos, Puyol, Xavi, Iniesta y Villa, lo que supone todo un lujo que enorgullece y un premio añadido destinado a los méritos de la Rojigualda. Premios entre los que no hubiese estado demás otorgarles una medalla al sufrimiento y otra a la templanza, justificadas ante las agresiones que recibió de una escuadra de holandeses desquiciados cuyo entrenador, máximo responsable de la violencia y el juego sucio de este Mundial (con Brasil hicieron algo parecido), debería ser expulsado a perpetuidad de cualquier campo de fútbol.
Solamente el hecho de que perdieran semejantes guarros anaranjados, puesto que los jugadores no dudaron en seguir al pie de la letra las consignas del perverso individuo que les azuzaba desde la banda, ha impedido que se produjera la mayor injusticia de los campeonatos del mundo: El triunfo de esta Holanda de navajeros, tan distinta a la que nos maravilló en el 74 y el 78 y por la que muchos nos lamentamos de sus dos derrotas.
¡Ah!, eso sí, que tomen nota los separatistas: Sobre seis españoles, catalanes sólo dos. Indiscutibles, por supuesto.
Autor: Policronio
Publicado el 13 de julio de 2010
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