domingo, 4 de noviembre de 2018

Comprobado de nuevo: Hemos caído en manos de un malvado


Si se observa esta imagen en la que aparece Zapatero, la impresión es tremenda y habla por sí sola, ya que es posible advertir el yo auténtico que le delata: ese talante irrespetuoso y egoísta que tanto daño está causando. No estaría de más recordar ahora, a propósito del egoísmo, lo que escribió Thomas Fuller: "Quien se ama a sí mismo ama a un hombre malvado". De ahí surge, precisamente, el gran problema de España: Hemos caído en manos de un malvado que solamente va a lo suyo y que no secunda norma alguna, como pueda ser la solemnidad de un funeral. Simplemente, no siente respeto por nadie ni por nada, incluidos nuestros militares fallecidos en acto de servicio en Haití.

Para los interesados justificadores de cualquier ocurrencia de este Atila de nuestro tiempo, aclaro que Zapatero sólo debería estar preocupado del reloj si tuviese que acudir a una cita con su superior jerárquico en la Jefatura del Estado, el Rey de España (casualmente allí presente), o careciese de una razón poderosa que justificara su retraso a un compromiso previo y no hubiera podido aplazar, lo que evidentemente no era el caso. No, señores zapaterinos, la mirada al reloj es todo un síntoma, lo mismo que este observar las moscas que se advierte en la siguiente imagen y que nos ofreció justo en el momento en el que sonaba el himno nacional al paso de nuestra bandera.


¿Será casualidad que siempre le suceda en una ceremonia castrense? ¡Va a ser que no!

Autor: Policronio
Publicado el 2 de mayo de 2010

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