Así titulaba el diario Expansión, como se ve en la imagen, la reforma de las Cajas aprobada por el Gobierno: “TÍMIDA”. Las cajas podrán emitir cuotas participativas, parecidas a las acciones, pero con límites en derechos políticos: el 50% del valor patrimonial de la Caja. Y los políticos con cargo electo no podrán formar parte del Consejo de la entidad financiera, pero tienen tres años de plazo, es decir, que si pierden el cargo en las elecciones, por ejemplo, pueden seguir en la Caja, ya sin cargo. ¿Qué nos indica todo esto? Nos indica que el Gobierno sabe que existe un problema con las Cajas, por eso hace la reforma. Pero la hace tímida, porque no es capaz de enfrentarse a los reinos de taifas que son los poderes regionales que tienen a las Cajas bajo su control. Una vez más, responden con una velocidad de pata de astronauta cuando la crisis devora con la velocidad con que comen una manada de pirañas hambrientas.
Algunos dirán que es una brecha que se abre en la situación actual de las Cajas, que por algo se empieza. Porque hay la posibilidad, con la reforma, de que las Cajas pueden ceder el negocio a un banco, y ellas, como Fundación, administrar los beneficios que correspondan para obra social. Y dirán que esto supone un varapalo para los poderes políticos regionales, ya que convertidas en Bancos, pasarían a ser controladas por el Banco de España. Bueno, suponiendo que suceda esto algún día y algunas Cajas constituyan Bancos, ellas seguirán teniendo al menos el 50% del capital y tendrán políticos en la dirección de esas Fundaciones, aunque no sean cargos electos.
Así pues, cabe concluir que no se han atrevido a abordar uno de los principales problemas desde el punto de vista económico: la mitad del sistema financiero controlado por los políticos regionales, de forma que incluso muchos cargos forman parte de sus consejos de administración. Es increíble que eso suceda después de más de treinta años de sistema democrático y que ahora, nos presenten como casi revolución el que los cargos electos no puedan estar ahí, pero DENTRO DE TRES AÑOS, aunque puedan seguir estando políticos si no son cargos públicos. Todo esto cuando estamos en una situación tal que no sabemos si el próximo mes podremos seguir colocando deuda pública en el mercado. Está claro que aquí, el Gobierno, sigue empeñado en querer hacer tortillas sin romper huevos. Como diría un castizo, vaya huevos que tienen.
Autor: Bucan (Firmas invitadas)
Publicado el 10 de julio de 2010
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