El president de la Generalitat de Cataluña sufrió un ataque de pánico cuando la manifestación se encontraba a la mitad del recorrido previsto y decidió escaparse por las alcantarillas, refugiándose inicialmente en un edificio de la consejería de Justicia en la calle de Caspe. Naturalmente, la orgía independentista se suspendió al quedar descabezada la justificación oficial que la había propiciado. Por lo tanto, no hubo himno con la presencia de las autoridades (en el lugar de destino) ni discursos plañideros en la plaza de Tetuán. ¡Qué no vería el ‘valeroso’ Montilla a su alrededor para actuar de tal modo!
En este vídeo, cuyo enlace nos lo ha ofrecido un lector de Batiburrillo (gracias), es posible ver el apestoso ambiente separatista y las ganas de bronca (apenas contenida por los escoltas) que algunos reflejaban en lo que vino a ser todo un cerco al que los nazis sometieron al máximo representante de los catalanes. En el vídeo se observan igualmente escenas de mucha tensión y se escuchan con claridad algunos de los numerosos insultos que recibió Montilla, entre los que se perciben los de: cabrón, hijo de puta, charnego, españolista (este último sin duda el peor de todos), etc.
Tendremos ocasión de entrar en más detalles en próximos artículos (o quizá no, porque el asunto hiede demasiado), pero como resumen bastaría un simple párrafo: Fracaso total de los políticos nacionalistas al no impedir que lo que debería de haber sido un acto solemne y sobrio para mostrar (y exigir) el máximo respeto a la dignidad de un pueblo (en versión de ellos) se les haya escapado de las manos (o tal vez no) y por lo tanto han ofrecido al exterior de Cataluña que, en realidad, ellos no son precisamente una nación, sino una consternación encabezada por una chusma de subvencionados fanáticos. A Montilla, desde luego, le está bien empleado. A los demás participantes, muchos de ellos engañados pero de buena fe, debería recordárseles que se han sumado al más espantoso ridículo. Eso sí, algunos lo avisamos aquí.
Origen vídeo: La Voz de Barcelona
Publicado el 11 de julio de 2010
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