INEM-Parla (Madrid) (2008) |
A partir de la nueva cifra de parados del mes de noviembre, nada menos que otras 171.243 personas que se han quedado sin trabajo, es posible garantizar —¡qué disparate!— que a finales de 2008 habremos rebasado en España los tres millones de desempleados. Los parados suman ya 2.989.269 y el resto hasta los tres millones, disponiendo de todo el mes de diciembre, parece algo más bien “chupao”. Lo que supone retroceder hasta febrero de 1996, es decir, a finales del corrupto felipato socialista, para encontrar otras cifras aún más negativas y con peores perspectivas.
Es el momento adecuado para recordar que Rodríguez, hace apenas medio año, aseguró que esta legislatura sería la del pleno empleo. Razón para ello: la cercanía de las elecciones generales y la personalidad de un sujeto a la que le acompaña la ausencia total de escrúpulos. Y además lo aseguró cuando ya disponía de suficientes datos —negados por él y sus ministros— que hacían pensar en una grave crisis económica —también negada— que nos adentraría en un escenario completamente opuesto.
De todo lo cual se desprende una conclusión innegable: Rodríguez es un sujeto de nula moralidad al que le importa un pimiento el bienestar del país cuyo gobierno preside. Lo único que le interesa es mantenerse en el poder y llevar a cabo su política paramasónica, de enfrentamiento y crispación de la sociedad, que acabe con los valores españoles más tradicionales y los convierta en un “todo vale”. Y para lograr algo así, evidentemente, no le importa engañarnos a todos, mintiéndonos sistemáticamente, las veces que haga falta.
Rodríguez debe dimitir a la tercera señal, por manifiestamente incompetente y desleal hacia la Nación española, dando paso a un gobierno de concentración formado por los dos partidos mayoritarios, que a su vez debería convocar elecciones generales tan pronto lo permita la ley. Ya que, de seguir mandando el Eterno Adolescente, no nos engañemos, España se va a hacer puñetas en lo económico y en lo territorial. Y ante semejante panorama, de una gravedad y deterioro como jamás se han conocido: O se toman medidas que ataquen el mal de raíz, que no puede ser otra que ZP se vaya a su casa, o…, como diría ese sujeto sórdido conocido por Pepiño, ¡sálvese el que pueda!
Autor: Policronio
Publicado el 2 de diciembre de 2008
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