‘Si se enseña antes el castellano, el catalán no se aprendería’

Carme Capdevila

Así se manifestó la totalitaria Carme Capdevila i Palau, consejera de Acción Social y Ciudadanía de la Generalidad de Cataluña. Totalitaria en su doble condición como propulsora de medidas despóticas de todo punto inaceptables y también como significada militante de ERC, una formación nazi que de sobras tiene acredita la adjudicación del término a través de sus abundantes muestras de comportamiento antidemocrático.

Porque, claro, que los emigrantes no conozcan el catalán y sí el castellano supone un delito de lesa patria para estos indeseables que viven por y para santificar la lengua “propia” de Cataluña, única opción que disponen para bombardear a los ciudadanos con la consigna “tú eres diferente” y por lo tanto no debes considerarte español. Lengua “propia” sustentada en la mayor de las falsedades, puesto que los territorios en absoluto poseen lengua propia, sino las personas que lo habitan, en cuyo caso, si atendiéramos al origen materno del idioma que hablan los catalanes, Cataluña dispondría del castellano, en primer lugar, como lengua propia.

En el panel trasero podemos leer: "Gente de Esquerra". "Pasión por los Països Catalans", que es uno de esos eslóganes que llevan implícito el expansionismo de cualquier régimen totalitario. "Responsabilidad, rigor, trabajo" son tres vocablos más que añaden y que simplemente responden a un acto propagandístico, ya que poca responsabilidad y rigor estamos viendo en un gobierno catalán cuyas consejerías de Esquerra derrochan a manos llenas el dinero de todos los catalanes. Sin mencionar a otro conspicuo esquerrista, Ernest Benach, presidente del "Parlament", dedicado a tunear coches de alta gama y a viajar gratis total por medio mundo y por cuenta de la "Casa". ¿Rigor? ¡Menudos sinvergüenzas!

Ahora bien, ¿no deberían de preguntarse estos nazis cuál es la razón por la que se prefiere el castellano? ¿Tendrá algo que ver con que en tal idioma los emigrantes pueden moverse libremente por toda España? Y eso sin hablar de otros veintitantos países del mundo, incluyendo a la mitad o más de los EE.UU. Pues no, no quieren ni remotamente tener en cuenta la posibilidad de libre elección idiomática de los emigrantes, ¡qué más da si de entrada les coartan un derecho básico!, los del “nazipartito” simplemente se decantan por la imposición a costa del dinero de todos.

Y además lo hacen probablemente sin advertir que cualquier exigencia lleva aparejada la antipatía y a la larga un posible rechazo de lo exigido, lo que supone ir sembrando unos vientos que tarde o temprano les supondrán una buena cosecha de tempestades.  Con semejante comportamiento, éstos que tanto dicen querer a Cataluña acabarán hundiéndola. ¿No será que sólo se quieren a sí mismos y a sus poltronas? ¿No, Carme?

Autor: Policronio

Publicado el 19 de diciembre de 2008