“Nos vamos a la escalera, hacemos la foto y que Dios reparta… y sigue (¿?)”. Como puede verse en el vídeo (1), la frase fue pronunciada por uno de los cejateros más significados, el comunista Juan Diego Ruiz Moreno, de nombre artístico Juan Diego y portavoz de ese chocante gremio que solamente suele movilizarse cuando el amo le da tres tirones a la correa de la subvención con la que los tiene atados. Tirones que usualmente coinciden, a modo de cortina de humo, con una grave crisis de la izquierda en el poder o con el deseo ferviente de alcanzarlo. ¿Artistas? Es posible que sea así en el caso de unos pocos, pero ante todo son unos bucelarios.
(1) En la actualidad (18-09-2018), el vídeo aludido ya no se encuentra en Youtube, de ahí que se haya insertado otro de la manifestación propalestina de 2009 en Madrid.
Si atendemos a la frase entrecomillada, es curioso advertir que el izquierdista y furibundo ateo, Juan Diego, cuyos logros artísticos más resonantes los alcanzó encarnando a las figuras de Francisco Franco en Dragón Rapide y a San Juan de la Cruz en La noche oscura, además de unos cuantos papeles de sacerdote más o menos incrédulo, está casi a punto de encomendarse a Dios —vacila en el último momento y comprende que se halla entre descreídos— para que todo salga bien en lo que no será algo distinto a una nueva orgía callejera del “No a la guerra”. Mejor dicho, “No a determinadas guerras”.
Otro aspecto llamativo de la expresión final de Juan Diego alude a lo que es, de hecho, el fin último que persigue esta gente —por no decir único—: la propaganda alimenticia. De ahí que se considere primordial hacerse la foto en la escalera, que para ellos es algo así como renovarse el carné de “progresista” a fin de poderlo exhibir, llegado el momento, ante los subvencionadores sin escrúpulos. "A mí mándame tres copias, que tengo a la familia repartida en varios pueblos de Sevilla y quiero enviárselas". Cuentan que se oyó decir a un conspicuo cejatero.
¿Qué pretenden realmente estos cejateros al manifestarse? ¿Cuál podría ser la causa para que lo hagan ahora y no hace meses o semanas?
-¿En solidaridad con los palestinos asesinados (sic) por Israel?
Es posible, pues no hay duda de que el ejército israelí está ocasionando una gran desgracia en Gaza y que las vidas que se pierden merecen mucho respeto. Ahora bien, ¿sólo lo merecen las vidas de los palestinos? ¿No cuentan las de los israelíes que previamente han sido asesinados por los terroristas musulmanes? ¿No cuentan, tampoco, las numerosas víctimas (cientos) ocasionadas en guerra civil entre Hamas y Al-Fatah, dentro del propio territorio palestino?
-¿En exigencia del respeto por la vida de los seres humanos?
Podría ser, pero si ese fuera realmente el motivo se echaría en falta alguna que otra manifestación contra los más de 100.000 abortos anuales en España —lo que representa un genocidio horroroso—, o las numerosas guerras que a día de hoy invaden el planeta. Como por ejemplo la del Congo, con 5.400.000 víctimas. Sí, han leído bien: 5,4 millones de seres humanos sacrificados. O la de Sudán, donde los primos ideológicos de los palestinos han asesinado ya a casi 400.000 personas. O la actividad terrorista tamil en Sri-Lanka, con más de 70.000 personas asesinadas. Por no hablar de otros conflictos menores —es un decir— que siguen latentes, como el de Cachemira, cuyas víctimas oscilan entre las 40 y 80 mil. O las frecuentes matanzas causadas por los musulmanes en Argelia, que en la actualidad elevan la cifra de muertos a más de 6.000. O el largo conflicto del Chad, donde otra rama de musulmanes hace años que no cesa de masacrar a la población negra. O los 5.000 fallecidos violentamente en la región pakistaní de Waziristán. Y qué decir de Chechenia, donde suman ya casi 100 mil las víctimas de la represión rusa. ¿Y Kurdistán? ¿No vamos a citar a Kurdistán, donde los turcos han causado ya más de 30.000 víctimas en la zona? Y así podría seguir durante varias páginas de guerras, casi todas ellas con muchas más víctimas que las ocasionadas por Israel en Gaza.
Con todo, hay un par de guerras de lo más aberrantes que los cejateros nunca incluirán en su programa de manifestaciones: La del narcotráfico en México, que ha sobrepasado ya las 8.000 víctimas mortales. Y la de las FARC, guerrilla narcoterrorista cuyo números de asesinados, secuestrados, extorsionados y expulsados se cuenta por cientos de miles, quizá millones.
Si se observa bien la relación de conflictos, es posible advertir un denominador común en casi todos ellos: Los causantes de tanta mortandad y crimen son: o bien comunistas o bien islamistas. Y claro, esas circunstancias aconsejan a los cejateros a no manifestarse en contra. Es mucho mejor salir a la calle bajo el grito y la pancarta de: “Palestina vencerá”. “Israel, estado criminal”. ¡Hay que ser sectario redomado para obrar de semejante modo! Veamos cuantos de ellos se juntan y gritan. ¡Lástima que algunos no lo hagan hasta reventar!
¡Ah!, se me olvidaba: La guerra de Afganistán cuanta ya con unos 30.000 víctimas. Pero claro, esa guerra tampoco cuenta para lo que no es más que una claque bien pagada, y mejor alimentada, porque el amo de los cejateros no solamente participa en ella sino que anuncia una nueva remesa de tropas españolas a la zona. ¡Cínicos!
Origen vídeo: Telemadrid
PD: Los cejateros han gritado "Alla akbar" (Dios es grande) y han llamado a la intifada. Nada más acorde para esta pandilla de ateos, ignorantes y amantes de la "paz".
Publicado el 11 de enero de 2009
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