Desequilibrio en la balanza. |
Ya sé, ya sé que perseguir chorizos es aburridísimo y no digamos lo que sufren los caprichos en funciones de corbata, si se trata de perseguir narcotraficantes, terroristas y su síntesis perversa: narcoterroristas. Pero de algo hay que comer. Y aunque más cornás da el hambre, no es cuestión de pasar las mañanitas providenciando contra las fieras.
Es por ello que, ya sea para justificar el sueldo o para entretenerse jugando con el paso del tiempo, algo de lo que saben muchísimo la ministra Cabrera, ricitos de oro, y el cabronazo chivato, con mando en plaza del Tribunal Supremo, a nuestros queridos jueces cuasi revolucionarios, no se les ha ocurrido otra genialidad que tratar de enchironar a militares israelíes, en guerra contra el terrorismo de Hamás.
De modo que visto lo visto, no me sorprendería, que la próxima ocurrencia de nuestro bien amado Consejo General del Joder Judicial, ilustrado por Bermejo, imponga la inclusión en el uniforme negro y con puñetas, del pañuelo palestino.
Aunque conociendo el buen comer y mejor beber de ciertas señorías ilustrísimas y de las otras, no me extrañaría que se lo pusieran a modo de babero.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 29 de enero de 2009
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