domingo, 16 de septiembre de 2018

Más que Caldera, calderilla

Jesús Caldera, alias el "Tipex".

Mucha gente se extrañó de que el pícaro Jesús Caldera no siguiese de ministro. Las “virtudes” propagandísticas de este político zapaterino, demostradas a lo largo y ancho de su etapa Tipex —ya saben, cuando adulteró un documento oficial sobre el Prestige para exhibirlo como prueba en el Congreso—, hacían creer de él que incluso podría ser llamado a ocupar una vicepresidencia del Gobierno. Caldera exigía el ascenso, puesto que no se conformaba con menos y, vistos sus “meritos”, todos lo daban por hecho. Pero quizá fue el requerimiento de semejante cargo el que, a la postre, motivó que Zapatero decidiese buscarle otro destino de la máxima calidad. O eso se dijo entonces. 


Inicialmente se habló de que Caldera dejaba el Gobierno para encabezar las listas del PSOE al Parlamento europeo. Pero claro, no es ése un ámbito apropiado donde exhibir sus habilidades adulterinas, más que nada porque los documentos oficiales se elaboran multilingües y nuestro hombre no daría abasto en el uso del Tipex. Luego lo de “Uropa” fue una cortina de humo al más genuino método socialista, cuanto más si se tiene en cuenta que los puestos europeos son especialmente atractivos cuando se está en la oposición. Y Caldera era de los que estaba en el Poder e hincándole el diente.

Así que ZP, embriagado de ese espíritu orgiástico-crematístico con el dinero de todos que le caracteriza, decidió la creación de una fundación socialista, subvencionada a tope y que gastase a manos llenas. Fundación que de paso arramblaría con otras no controladas por sus fieles. De modo que se sacó de la manga IDEAS —como quien se saca una idea de la manga—, que es el acrónimo de, ¡pásmense!, Igualdad, Derechos, Ecología, Acción, Solidaridad, y ahí largó (ya se verá por qué) a quien ya era calderilla.

IDEAS, encierra cinco palabras propagandísticas que son cinco mentiras tan evidentes como las del propio PSOE, muy especialmente las que se deducen de Socialista, Obrero y Español. Pues bien, Caldera hizo las maletas y tomó posesión del despacho principal de la “jaula de oro” (de algo tenía que comer), lo de oro lo digo por el dinero que le llega del Estado y… ¿a saber de qué otras fuentes? Una fundación cuya sala de juntas deberá estar ocupada por lo mejor de la Casa zapaterina, como se deduce de los componentes del Patronato.

Ahora bien, ¿qué fue en realidad lo que motivó el alejamiento de Caldera del entorno monclovita? Hoy lo sabemos: A lo largo de su mandato como ministro, etapa plagada de trampas de tipo Tipex —leñe, queda bien, lo repito: tipo Tipex—, Caldera demostró que no había perdido la falta de escrúpulos para los enjuagues y otras sutilezas ilegales y se adentró de lleno en la delincuencia. Presunta delincuencia, que no está el horno para bollos. Presunta, repito por si acaso. Veamos un par de presunciones, el primero de ellos reflejado ya en Batiburrillo:

1. El diario ABC informa hoy [por el 21 de diciembre de 2008] que "El Tribunal de Cuentas denuncia irregularidades y monopolios ocultos en los viajes del Imserso". Y añade: "Destapa todo tipo de irregularidades de gestión durante la etapa de Caldera al frente de Trabajo". ¡No está mal, eh, de 2005 para acá! El diario da una información detallada y, entre otros datos que demuestran la corrupción socialista, afirma que antes de la subasta se le entregaron cantidades a cuenta a cierto constructor, "es decir, que el constructor ya sabía que se le iba a adjudicar el contrato y había empezado a cobrar".

2. Leo hoy este párrafo en Libertad Digital: “Tal y como publica ABC, el Tribunal de Cuentas ha hallado numerosas irregularidades en la Tesorería de la Seguridad Social en el 2005, tras la llegada de Zapatero. Muchas se refieren a la venta de inmuebles por un precio muy inferior al del mercado. Las "anomalías" ascienden a 490 millones de euros. Y añade LD: “El ministerio Fiscal ha detectado desde errores en la calificación jurídica de los contratos, omisión de informes, falta de objetividad en las adjudicaciones, contrataciones por "procedimientos negociados sin publicidad", falta de transparencia, obras sin justificar, subastas a favor de ofertas "temerarias", y hasta ventas de edificios públicos por menos de un tercio de su valor de mercado. De esa manera, con Jesús Caldera y Octavio Granado como secretario de Estado y responsable directo del organismo, ABC publica que los informes llegados al Congreso de dicho equipo son todo un compendio de irregularidades, reproches y denuncias en todos los organismos del departamento, y en todos los aspectos de su gestión, ya sea la contratación de servicios o la enajenación de bienes”.

Periodista Digital, por su parte, se pregunta: ¿A quién vendió el Gobierno ZP edificios un 50% por debajo del valor del mercado? La respuesta no sería descabellada si el valor real de venta en realidad hubiese sido un 20 o 25 por ciento a la baja, como mucho, y el resto percibido en negro y sin llegar a asentarse en los libros de contabilidad correspondientes. En cualquier caso, algo huele a podrido en Tipexlandia. Es decir, que lo de llamar presunto delincuente al señor Tipex casi me parece un eufemismo innecesario, por lo evidente de unas actuaciones irregulares que el propio Tribunal de Cuentas ha detectado. No se trata de un hecho aislado de un director general cualquiera, sino de, que se sepa hasta ahora, cómo mínimo dos de ellos. Será cuestión de mirar con lupa las contabilidades de otras direcciones generales de Trabajo.

La pregunta final que correspondería formularse quizá fuese esta: ¿Conocía ZP todas esas irregularidades de su ministro y de ahí que lo largara con viento fresco? O bien esta otra: ¿Exigió Caldera una vicepresidencia y aportó como “merito” para ello el pastón que había ingreso en las cuentas del partido? Porque, no nos engañemos, cuando el vuelo de millones es continuado, cosa que ocurrió en las agencias del Ministerio de Trabajo (IMSERSO y SEGIPSA), buena parte de lo robado no suele acabar demasiado lejos de la formación política que cobija a los chorizos. 

Dedicado a los aguerridos cargos peperos, ya saben, el Partido P'ayudar, que no cesan de denunciar las malversaciones y corruptelas sociatas. Eso sí, muy por lo bajinis y mirando para los lados, no vaya a ser que se entere alguien.

Autor: Policronio
Publicado el 5 de enero de 2009

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