Si repasan ustedes este vídeo, entre los minutos 11:28 y 17:50, podrán deleitarse con la perspicaz intervención de María Blanco, que sin alzar la voz ni un solo decibelio más de lo necesario para que se le escuche, y en una entrevista toda ella exquisitez, ha opinado con no poco acierto, a mi juicio, sobre el abaratamiento del despido y las ventajas que una medida semejante producirían en la economía española, de tradicional paro estructural.
Y es que la falta de competitividad entre los propios trabajadores, muchos de los cuales hacen lo justo, no más de lo justo, para no ser despedidos de un puesto que consideran casi en propiedad; más el alto coste que supondría para las empresas tomar la decisión de apartar a los obreros menos productivos, está generando un doble problema que distingue nuestra economía de sus competidoras directas, sean las europeas consolidadas, sean ciertas naciones emergentes.
Ese doble problema podría definirse del siguiente modo: 1) la temporalidad, que supone contratos de pocos meses e incluso de pocas semanas, y 2) la falta de rotación en el mercado laboral, que cuando apenas existe como ocurre en España fomenta que se produzca el paro de larga duración, lo cual es un mal endémico que viene afectando a nuestro país y que supone la base de nuestro “hecho diferencial” respecto a otras naciones más preparadas para superar la crisis.
Autor-compilación: Policronio
Publicado el 13 de febrero de 2009
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