viernes, 24 de agosto de 2018

Si fuéramos diecisiete naciones…

Mapa de las regiones españolas, algunas de ellas obsesionadas en convertirse en "nacioncitas".

Se le aprecia orgulloso con su “cuatroselección” de fútbol. Me refiero a Z, claro. Se ve que el tiqui taca de la Sexta no era tan preciso como el de los falangistas fetén y pata negra, de la cuatro, digo. Lo malo es que por sus devaneos adolescentes y de fuego de campamento, será el primer Presidente de esta sufrida y celebradora Nación que pueda decirlo y al paso que vamos, puede que el último. 


Porque me da que este es el último estertor de algo que medio se parece a un proyecto común, bajo una misma bandera, eso sí, obscenamente exhibida por los que únicamente la llevan en la cartera. Ello si no se produce antes una catarsis nacional, al amparo del precio de la luz, los plátanos y las hipotecas y de lo poquito honesto que queda en el antiguo partido de la derecha, que al paso que va, quedará para el acompañamiento.

Es por ello, que si la nueva dinámica estatutaria se desarrolla en todo su esperado esplendor y la benevolencia de la UEFA del gabacho, a pachas con nuestro poco futbolero Tribunal Constitucional, permite a las más que probables futuras diecisiete federacioncitas correspondientes participar en la fase de clasificación de cualquier futura Eurocopa y despreciando cualquier otra consideración para la formación de los equipos nacionales, que no fuera el lugar de nacimiento, ahí tendríamos a Iker Casillas medio afónico de gritar a los aguerridos centrales del Chinchón, buenos chicos, pero algo pedestres y a Fernando Torres jugando con buenas dosis de ansiolíticos, en busca del balón perdido.

Y no digamos lo bien que se lo pasarían Sergio Ramos, Marchena y Juanito, buena defensa, eso sí, pero buscadores anhelantes de las sombras de sus amigos Xavis, Hernández y Alonso, para pasarles el balón, que, ¡Oh, Virgen de la Macarena, juegan enfrente!.

Pobres Puyol, Xavi, Cesc y Capdevila, pagando de sus bolsillos los gastos de los viajes de la gloriosa selección de segadores cantantes, que no hay pasta más que la necesaria para promocionar por TV3 las hazañas del de Iznájar en la Feria de Abril de Tarrasa, que manda narices.

Y menudo futuro el de Iniesta con nuestra gloriosa selección de Castilla-La Mancha. Con el culipardo, de Ciudad-Real, Rivas, lesionado, el churriego de Miguelturra, Castellanos, cobrando la jubilación y Cañizares, casi prejubilado. Nos queda el citado  Ronaldiño blanco, de Fuentealbilla, Albacete,  santo y seña de la patria futbolera de Don Quijote. Me da que a Iniesta no lo mantean. Bueno, siempre podríamos nacionalizar a Senna, si se deja, claro.

No lo pasará mejor la de Asturias, con los  pobres Villa y Cazorla, con lo que fueron, con lo que hubieran podido ser y ahí los tendremos, aguantando resultados de ocho o nueve cero, que hasta Don Pelayo se revolverá en su tumba, pidiendo la devolución del rosario de su madre.

No obstante, viendo lo bien que se le dan las porras a Marianico, lo mismo ni le importa. Pues ahí tiene un buen futuro, de porrero con Angels.

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 1 de julio de 2008

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