El sedicente votante socialista, de todas las clases sociales, le reprocha a Rajoy que sea desde los veinticuatro años Registrador de la Propiedad, condición que se alcanza con gran esfuerzo y dedicación.
Como también reprochan a Pizarro que fuera Abogado del Estado, Agente de Cambio y Bolsa, Presidente de Ibercaja y Presidente de Endesa, donde su gestión, entre otras cuestiones, ha solucionado la vida de mis padres para los restos. Unos currantes, por cierto.
Es decir, que los sedicentes votantes socialistas les reprochan a las gentes de derechas que aprovechen sus cualidades y las oportunidades que les ha dado su condición, para prepararse concienzudamente para ejercer profesiones vitales para el normal devenir de nuestra sociedad.
Cuantas veces he tenido que oír con sonrojo, incluso en mi círculo familiar, que fulanita ha estudiado para Fiscal o Juez, porque sus padres podían permitírselo.
Está clarísimo, lo mejor y más socialista, según los pepiños varios, es aprovecharse de la situación de los padres para darse la vida padre, nunca mejor dicho. Lo mejor y más socialista, según los zetas varios, es sangrar a los padres y comerse y beberse lo que tanto esfuerzo ha costado conseguir. Pero es que el sedicente votante socialista suele tener bastante desviado el punto de mira. Qué le vamos a hacer.
Ahora resulta que, sin tener ni puta idea de lo que significa, es amante del socialismo-federalismo asimétrico, es decir, de que las juergas de la burguesía vasca y catalana las pague la clase media del resto de España, porque a ello se refiere el Estatuto Catalán y en su procura anda el Plan Ibarreche. Y se quedan tan panchos.
Como explicar al sedicente votante socialista que el proyecto de Zapatero traerá su ruina, como el socialismo de González trajo tres millones y medio de parados y la Seguridad Social en quiebra.
¿Cuánto les durará el PER a los andaluces si la Nación se va al garete? ¿Y la educación y sanidad públicas? ¿Y las políticas de vivienda? Un día, lo que tarden Aguirre y el valenciano en decir que o follamos tos o tiramos la puta al río, dicho así para que se me entienda.
La clase obrera española, permítaseme la expresión, se pongan como se pongan los marxistas-separatistas-juerguistas y demás compañeros de fortuna, no tiene ningún futuro fuera de la Nación, marco de la Solidaridad real y con mayúsculas. ¿Está claro?
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 9 de marzo de 2008
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