Serrat y Sabina, cantantes que en su día apoyaron al socialista Zapatero. |
El lobby de la SGAE, los archivistos titiriteros-polichinelas, viejos comunistas reconvertidos al zapaterismo, traidores a la IU de Gaspi Llamazares, cantamañanas archi-subvencionados, floridos maricas (ejercen de ello), "artistas" de la progresía... en definitiva, lo más granado de la la chusma roja de siempre, ha vuelto a apoyar, por si algún español no se había enterado, la candidatura de Rodríguez Zapatero a la Presidencia del Gobierno. A las 12.00 horas de esta mañana, se han reunido en el Círculo de Bellas Artes de Madrid los 16 grupos de apoyo a Zapatero que forman parte de la plataforma zapaterina, integrada por una ralea de artistas e intelectuales ávidos de recibir del Poder las dádivas que les permitan mantener sus aburguesadas vidas y sus costumbres capitalistas.
Afortunadamente el mundo de la cultura es otra cosa. Entre Menéndez Pelayo y Miguel Bosé o entre César Vidal y Jesús Vázquez, como ustedes comprenderán, yo me quedo con las aportaciones culturales de los primeros. No es por nada, pero todavía hay clases. Sabina y Víctor Manuel, que ya están más vistos que el TBO, son a la música lo que Alfonso Guerra a la política. Unos personajes de muy segunda fila -¿cuántos discos venden?- en pleno proceso de declive. Afortunadamente, el mundo musical -desde Wagner hasta Alejandro Sanz, pasando por Niccolò Paganini- es un "poquito" más amplio que toda esta patulea de paniaguados, incapaces de mantener los otrora "sagrados" principios comunistas, a cambio de jugosas galas en televisiones públicas y contratos en ayuntamientos sociatas. Ellos presumen de ser 5.000 "artistas". Desconocía que había tantos en España y, encima, de izquierdas.
Esta gentuza (no tiene otro nombre) que presume de ser "intelectual", se ha atrevido a llamar miserable turba de imbéciles a 10 millones de votantes. Han descalificado a los demás como "fascistas", como si la mayor parte de ellos, porque son gente mayor en pleno declive profesional, no hubieran trabajado por, con y bajo el franquismo. Y es que, además, los intelectuales y artistas de verdad suelen distanciarse del poder para emitir juicios independientes sobre el mismo, en vez de firmar cheque en blanco para recibir prebendas como el canon digital. Pero parece que, desde hace tiempo, la avaricia económica de algunos "descamisados" progresistas supera con creces lo imaginable.
Autor: Smith
Publicado el 5 de marzo de 2008
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