jueves, 2 de agosto de 2018

Decálogo de deseos para 2008

A diferencia de otras estrellas fugaces, ésta concede los deseos si cuentas lo que has pedido.

Deseo, en primer lugar, que Rodríguez Zapatero deje de ser el presidente del Gobierno de España, más que nada porque nos tiene envenenada la sangre a más de la mitad de los españoles, contando a unos cuantos socialistas decentes. Y claro, un individuo así no puede seguir de ningún modo arruinándonos la patria y repartiendo arbitrariedades al por mayor.


Deseo que el Partido Popular gane las elecciones del 9 de marzo. No porque piense que el cambio vaya a ser espectacular, que para algo así hay que valer y los jefes populares no han sabido rodearse de asesores capaces, sino más bien teniendo en cuenta que cualquier cosa es válida antes de que el nefasto Rodríguez gobierne otros cuatro años. Es decir, ahora mismo pienso que hay que votar al único partido que puede echar a ese tipo horroroso que en la actualidad manda. Y hoy no es posible encontrar otro distinto al PP.

Deseo que Rodríguez, una vez perdido el Gobierno, pierda a su vez la jefatura del PSOE y que a ese partido acceda alguien decente al que le importe realmente España. Lo que a su vez supondría un remedio para que las sabandijas nacionalistas no lo controlaran todo, como sucede en la actualidad con el sórdido Rodríguez y la colección de incompetentes que lo envuelven.

Deseo que Rajoy tenga narices y trate de pactar una reforma constitucional con el sucesor de Zapatero, formando con el socialismo, si fuese preciso, una gran coalición de Gobierno. Me da igual si no hay altos cargos para todos, que se jodan unos cuantos y que empiecen a trabajar de una puñetera vez. Deseo, para que suceda algo así, que Mariano Rajoy nos esté engañando y en verdad posea mucho más nervio y fondo político de lo que parece.

Deseo que esa gran coalición plantee su reforma constitucional, acompañada de otra electoral, y éstas vayan destinadas a recuperar para el Estado las competencias básicas, como pueda ser Educación. Quizá así podría evitarse, gradualmente, este sinsentido nacionalista que cada día aparece más radical y sangrante. Y que en la nueva Carta Magna se introduzca como norma de obligado cumplimiento la suspensión de cualquier estatuto de autonomía cuyo gobierno se muestre tan desleal con el Estado como sucede hoy en algunos casos.

Deseo una reforma amplia de la Justicia a fin de lograr la absoluta separación de poderes, en la que incluiría la no subordinación del Ministerio Fiscal, sometido ahora servilmente al Ejecutivo. La Justicia independiente es el único método para controlar cuanta prevaricación corre a cargo de los diversos gobiernos, sean de la Nación española, sean de esas comunidades con vocación de nacioncitas.

Deseo la eliminación de las policías autonómicas y la integración de sus componentes en un cuerpo único de Seguridad Nacional, donde igualmente pasara a integrarse la Guardia Civil, que debería perder su condición militar. Seguridad Nacional y Policía Local es cuanto hace falta para una eficaz coordinación en la lucha contra la delincuencia, incluida la banda de criminales ETA.

Deseo una nueva Ley de Inmigración, en la que se aceptase la entrada en España a cualquiera que llegase con un contrato de trabajo. Y que al mismo tiempo se impidiera este coladero de la Ley Caldera, que no ha hecho más que generalizar la delincuencia y los focos de marginalidad hasta niveles insoportables. 

Deseo que la calidad en la educación pase a ser un tema de máxima prioridad en el próximo gobierno. Que inicialmente se recupere la LOCE, paralizando de un plumazo este engendro educativo socialista que incluye asignaturas tan aberrantes como la EpC, y que más tarde, sin pausa alguna, se acuerde una ley de altísima calidad, donde se valoren el esfuerzo y la excelencia, y que no pueda ser cambiada sin, al menos, 4/5 partes del Parlamento. 

Deseo AGUA PARA TODOS. 

PD: Son muchos más los deseos que acuden a mi mente cuando apenas le quedan unas horas al año 2007, podría haber añadido varios de ellos, pero entonces no sería un decálogo de deseos, sino un desiderátum “King Size”. Ya me daría con un canto en los dientes porque se cumpliesen la mitad de mis deseos. ¡Feliz 2008, amigos!

Autor: Policronio
Publicado el 31 de diciembre de 2007

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