José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en el debate de 2008. En la moderación, es un decir, la sectaria Olga Viza, decantada con descaro a favor de ZP. |
Se ha de reconocer que en la primera fase de la pugna mediática celebrada anoche en España, una competición que deberá jugarse a doble vuelta, el equipo formado por la prensa secuaz de Rodríguez, que dispone de casi todas las teuves y no pocos otros medios de tergiversación —no es posible definirlos como de “información”—, se mostró unánime a la hora de declarar que su candidato había ganado el debate. Ojo, no me refiero a los clics de los lectores en sus respectivas páginas de Internet, que ya se sabe cómo cliquea cada cual, sino a esas encuestas telefónicas que dicen haberse realizado tras el debate Rajoy-Zapatero y que, mira qué casualidad, dieron victorioso al claramente derrotado.
No obstante, me parece una noticia muy interesante, de las que acaban en tiro por la culata para los bribones, que los medios adictos a los zapaterinos, como las cadenas de televisión o como el diario El País y otros periódicos y radios de similar e incluso más acentuado sectarismo, hayan decidido por la cara —no tengo ninguna duda de que es toda una decisión— que ha sido ZP el vencedor del debate de ayer. Me explico. Una parte nada despreciable del votante socialista, especialmente la que aún conserva la decencia o el patriotismo, se está moviendo entre la lógica abstención que le motiva la desastrosa actuación del gobierno durante cuatro años y el interés en no dejar de apoyar a su partido de siempre, porque no debe olvidarse que la filiación ideológica en política, igual que en el fútbol, es un sentimiento de lo más incontrolable y con frecuencia muy alejado de lo intelectual.
Así, pues, si al dudoso socialista que piensa en abstenerse se le va diciendo —y así se hará hasta el mismo día de las votaciones y aun más allá— que el Gran Timonel gana de calle todos y cada uno de los debates —lo mismo que se decía de los forcejeos parlamentarios entre PSOE-PP—, alejándose así la Secta mediática de una realidad que más bien demuestra lo contrario, le habrán eliminado al votante dudoso los problemas de conciencia o de remordimiento para dejar de acudir a las urnas. Un dudoso de izquierdas —repito—, y debe haberlos a “puñaos” luego de la gestión más desastrosa de un gobierno desde la Transición para acá, que en lo primero que pensará al ver, oír y leer cuanta fanfarria de triunfo se le atribuye a Rodríguez, es que su voto no es necesario en absoluto porque “los ‘trabajadores’ le ganaremos de calle al fascismo”. De donde se infiere que tanto adicto pelotillero y manipulador como es posible encontrar hoy en “Estepaís”, pronto Confederación a desgana de Estados Ibéricos, no siempre es lo más recomendable para que el déspota de turno revalide su mandato.
Seguid así, muchachos, seguid manipulando, no dejéis que la realidad estropee vuestro sectarismo interesado en los jugosos negocios que vuestro paladín os proporciona.
Autor: Policronio
Publicado el 26 de febrero de 2008
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