Un paro positivo, ¡lo que me quedaba por oír!

Cola del paro ante la Seguridad Social en Barcelona (año 2007), con abundancia de emigrantes como consecuencia de la Ley aprobada por ZP y su ministro Caldera.

Vuelve a subir el paro en octubre y el Gobierno lo califica de “moderadamente positivo”. En la escala de las intensidades suelen darse tres grandes grupos: Débil, moderado y fuerte, se usa así para definir el viento, el oleaje, la lluvia y otros muchos parámetros físicos. Además, como es lógico, existen los subgrupos y otras muchas zarandajas —palabra escrita casualmente con Z—, asunto en el que no voy a entrar ahora. Pues bien, hay más de dos millones de parados y a este Gobierno de propagandistas —búsquese algún sinónimo con Z—, ante el incremento de otros 31.214 desempleados en octubre, lo único que se le ocurre es calificarlo de “moderadamente positivo”.

Pregunta: ¿Tendrá algo que ver en este aumento del paro la mano abierta a cualquier emigrante, venga de donde venga? Quizá debería respondernos el ministro del ramo, un tal Caldera, tan amigo del papeles para todos. Y es que hay amistades que matan y torpezas ministeriales que llegan a adjudicarnos a los españoles el mayor número de delincuentes per cápita de toda Europa. Y puede que me quede corto. Porque, claro, esa gente tendrá que vivir de algo, digo yo. O sea, delincuentes para todos. Y mucho cuidado, que la cifra más alarmante no es la de las personas que se ha quedado sin empleo, sino la caída de 75.000 cotizantes en un único mes a la Seguridad Social.

Lo que significa que en octubre quedaron liberados otro buen “puñao” de personas que no solo no contribuirán durante un tiempo a la pensiones de nuestro mayores, sino que se les deberá facilitar, como es lógico, la prestación correspondiente. Claro que todo esto, igual que se hizo para justificar la desastrosa etapa felipista, se nos acabará vendiendo como inversiones en asuntos sociales. ¿Quién invertía más en asuntos sociales? ¡Felipe, sin duda alguna! ¿Qué partidas se llevaban la parte del león? Los desempleados y los cursillistas subvencionados que habían agotado ya el desempleo. 

Así que, amiguitos izquierdistas y similares, apropiándome de ese espíritu campechano y guasón del gobierno zapaterino, que no se resiste a catalogar de positivo con moderación lo que es simple y llanamente desastroso —una catalogación farsante, ¡qué raro!, para consumo interno de sus crédulas bases— permitidme que os diga que nuestro futuro económico como españoles —sí, ya sé, cuatro y el cabo—, lo veo moderadamente jodido tirando a muy jodido mientras gobiernen los vuestros. 

Claro que… todo puede decirse con una sonrisa, ¿no? Bueno, más que una sonrisa es una carcajada ante la payasada de turno de un alto cargo del Gobierno. 

Autor: Policronio

Publicado el 5  noviembre de 2007