martes, 17 de julio de 2018

Juicio oral contra Ibarretxe


Una de las noticias reconfortantes de hoy alude a que Ibarretxe puede acabar procesado como consecuencia de sus reuniones con miembros de un partido ilegal. Así lo ha decidido hoy el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco al desestimar el rosario de recursos presentados. Pero lo bueno del caso es que otros imputados en la misma causa penal, como Patxi López, Rodolfo Ares, Arnaldo Otegi, Juan José Petrikorena, Pernando Barrena, etc., sobre cuyos procesamientos por idéntica razón se presentaron igualmente infinidad de recursos y argucias pseudo legales, han sido asimismo rechazados. Todo ellos deberán ser juzgados por… dicho en lenguaje claro: establecer negociaciones políticas entre representantes de instituciones públicas y miembros reconocidos de la ilegalizada Batasuna-ETA.


En qué acabará este asunto es algo que, hoy por hoy, nadie puede saber a ciencia cierta, porque a medida que las apelaciones vayan subiendo en el rango de los tribunales, hasta alcanzar probablemente el TC dentro de cuatro a cinco años, mayores serán las posibilidades de que la sentencia definitiva la decida una Sala cuyos magistrados, politizados debidamente por este régimen político que asesinó a Montesquieu, posean una clara tendencia a entender la Ley de forma inversa a la utilidad que ofrece una tela de araña, en la que, al decir de Balzac, las moscas grandes pasan libremente y quedan atrapadas las pequeñas. Y desde luego Ibarretxe, López y compañía son unos buenos moscardones que al final probablemente no lleguen ni a rozar la tela. 

Sin embargo, he comentado que la noticia es reconfortante por cuanto implica comenzar a infringirles ciertas molestias a una serie de individuos desleales que hace tiempo decidieron considerarse por encima de la Ley. La característica de esta gente que va a ser procesada, de mentalidad tan totalitaria como fanática, ha llegado hasta el extremo de considerar que es lícita la materialización de sus deseos. Así, lo que no es más que un delito de felonía destinado a la segregación de una parte de España, como podría ser la negociación política con terroristas, es el gran argumento que Ibarretxe le expuso hace poco a Zapatero para retomar de nuevo su famoso plan: “Si tú has negociado con la ETA, por qué no puedes hacer lo mismo conmigo”.

Hay una ligera diferencia de la que Iberretxe parece olvidarse: El Parlamento, si bien en una de esas decisiones absurdas y plagada de interés por contentar a los que aspiran a dinamitar el Estado, autorizó conversaciones para, al menos en teoría, negociar el fin de la violencia con los terroristas vascos, en el presente caso, al menos que yo sepa, nadie ha autorizado al presidente del Gobierno para que le conceda la independencia, vía Ibarretxe, a una más que legendaria Euskal Herria, que es a la única meta a la que el PNV jamás renunciará en cualquier negociación que se precie. Si quisiéramos entenderlo con mayor claridad, bastaría con decir que Ibarretxe le está pidiendo a Zapatero que vaya al Congreso y pida allí otro permiso para negociar con él y con la ETA al mismo tiempo, la llamada “Mesa de Partidos”, no sea que el lendakari, en otro de sus arrebatos electoralistas, monte esa mesa por su cuenta y acabe como ahora: Procesado.


Traidor, todo lo que haga falta; tonto de los que acaban en chirona, a poder ser ni un pelo. Al menos mientras en el gobierno de España haya un bobo Zolemne al que no le importe realizar el trabajo sucio con una sonrisa —“todo puede hacerse con una sonrisa”— y al mismo tiempo se dé la circunstancia de que tengamos un Congreso de Diputados dispuesto a autorizar cualquier iniciativa por más traidora a la patria que sea. Los verdaderos demócratas no deberíamos perder la esperanza en que alguna vez, a poder ser durante esta misma generación, los gobernantes y legisladores insidiosos acaben siendo pasto del más rotundo rechazo social. 

Autor: Policronio
Publicado el 23 de octubre de 2007

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