S-72 'Siroco' |
La flota española cuenta solamente con un submarino viejo. No es una exageración. El Siroco, construido hace 25 años, es el único submarino que en la actualidad tiene plena capacidad para la navegación. El Siroco pertenece a una serie de cuatro unidades, la S-70, y los tres restantes se encuentran o en dique seco o pendientes de entrar para una revisión a fondo. Es más, uno de ellos, el Galerna, no puede alejarse más de 100 millas de Cartagena como consecuencia de que le falta uno de sus dos motores. ¡De verdadera vergüenza! Esta es una noticia de ámbito militar, reflejada en el diario La Verdad y cuya información se atribuye a fuentes de la propia Armada, que en principio no debería tener encaje dentro de una bitácora política como es Batiburrillo.
No obstante, si se profundiza en el asunto, puede comprobarse que las razones de fondo —nunca mejor dicho— son de índole político. Por ejemplo, esas mismas fuentes aseguran que los altos mandos de la Armada no han llegado a apremiar en ningún momento la construcción de nuevas unidades submarinas, dando por bueno el reciente desguace de la Serie 60, puesto que la enorme escasez de personal especializado determinaría que la mayor parte del tiempo las unidades permaneciesen fondeadas y oxidándose. Vamos, lo que le ocurrió a Ucrania cuando heredó la flota del mar Negro de la antigua URSS. Y nada hay más triste para un marino profesional que observar un navío al que la burocracia y la mala planificación gubernativa le impiden navegar. Parece que haya dramatizado, ¿no es cierto?, y sin embargo es un comentario que he podido oírle directamente a una de las personas afectadas y a pocos kilómetros de la Base de Submarinos de Cartagena.
La desastrosa situación de nuestra Armada —una más que añadir a la relación de situaciones desastrosas propiciadas por lo que no pasa de ser un régimen político arbitrario— tiene mucho que ver con la política del que ahora quieren hacernos creer que es el “Gobierno de España”, una política especialmente chapucera y desidiosa que el actual equipo zapaterino lleva practicando desde que trepó —tal cual— a lo más alto del poder, donde la firma en el BOE es lo único que siempre les ha importado, ya que puede suponer el enriquecimiento de los amigotes y también el de los siervos útiles para su continuidad en el poder —no sé por qué estoy pensando en Mediapró, la nueva potencia mediática.
Claro que para encauzar los presupuestos hacia el lado que más le convenga al que firma —ahora estoy pensando en deudas históricas (¡!) abonadas al gobierno coleguilla andaluz— se hace preciso el abandono financiero de unas cuantas instituciones, entre ellas las Fuerzas Armadas, que podrían constituir, llegado el caso, la salvaguarda de los intereses de España. O quizá sea precisamente por eso, por ser la “última línea de defensa” ante los nacionalistas cismáticos, por lo que se mantiene a pan y agua a nuestro Ejército e incluso es posible que se haga de tal modo —no me extrañaría nada— como consecuencia de algún apoyo parlamentario que así lo exigió.
¿Qué ha hecho ZP con nuestro dinero en estos tres años? Aseguraría que nadie lo sabe si se juzga el descontento generalizado, se mire por donde se mire, de cualquier sector de la sociedad. Ni las comunidades autónomas, todas ellas con el cuchillo entre los dientes como consecuencia de unas infraestructuras que no se renuevan casi en ninguna parte —recordemos esas carreteras de Mallorca que aparecieron en Gerona y el teatro en Canarias que apareción en el pueblo de la ex ministra de Cultura—, ni las clases empresarial y obrera, cada día más sometidas a la presión fiscal, han sido los beneficiados de tantos miles de millones de euros como se han recaudado.
Incluso el diario Expansión, un medio especializado, ha llegado a afirmar recientemente que: “Los españoles han perdido poder adquisitivo desde 2004”, una noticia destacada en el confidencial Hispanidad y que, según relata, le costó al gobierno de ZP uno de sus más fuertes berrinches. Por cierto que en la citada información el diario decano de la prensa española en Internet afirma que “El PSOE amenaza a los empresarios rebeldes con escándalos. Y a continuación entra en jugosos detalles sobre el titular, ¡vaya si entra! No es de extrañar, pues, que el grupo Vocento, propietario del diario La Verdad, medio que ha destapado el caso de los submarinos inservibles, sea declarado grupo rebelde. A menos que… el bobo solemne sea compensado de sobras en esos informativos de Tele 5 que Vocento controla.
Autor: Policronio
Publicado el 9 de septiembre de 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.