Unas cuantas lecturas veraniegas de ZP. |
Unos se empeñan en jubilarse para tener tiempo de hacer muebles de baño al por mayor, en busca de la inspiración perdida, y entretanto permanecen arrastrándose por los puticlubs más cutres de la nacional cuarta.
Otros, más prosaicos, para tener tiempo, ¡por fin!, de elaborar una lista comparativa de precios del Mercadona, Carrefour y Eroski, sin despreciar el empeño en descifrar el maremágnum de ofertas de llamada móvil-móvil, Internet a tres megas, más televisión digital terrestre o de la otra, gran hermano de seguido incluido.
No podemos olvidarnos de aquéllos que suspiran por estar todo el día en chándal, regando la parcelita, sustento del chalet ilegal, justo y necesario para los ancaps, que la construcción en parajes protegidos no sólo es fiel reflejo de un derecho de propiedad ilimitado, es que atraerá a las pibas al movimiento libertario por la paz perpetua.
Por supuesto, que no es mal plan de jubilación hacerse presidente de la asociación de vecinos de forma vitalicia, con el fin de demostrar a los niñatos que “pa chulo” el menda y que no hay alcalde o alcaldesa, aunque sea socialista del PP, que se le resista.
Sin despreciar el caso, genuino donde los haya, de los que se dedican a la alta dirección y supervisión de la obra pública menor: renovación de acerados, replantado de geranios, etc.
¿Cuál será el plan de jubilación de ZetaP? Eso, ni se pregunta: la lectura. Veamos algunas de las obras que tiene pendiente nuestro prohombre:
-“El conceto de nación”, apócrifo de autor desconocido de la conocida obra de Suso de Toro, “Breogán los tenía más puestos que el caballo de Espartero”.
-“El conceto de nación versus nacionalidad”, también apócrifo de autor más desconocido aún de la conocida obra de Suso de Toro, “En los apócrifos de Breogán no se ponía el Sol”.
-“Aventuras y desventuras de un rojo en Texas”, obra conjunta del equipo de redacción de Vogue.
-“La propiedad incorporal, ensayo sobre el uso indiscriminado de las enseñas Kolectivas”, “estrato avrebiado” de la obra cumbre del Insigne Don Pepiño, Blanco por más señas, “Tesis dotoral sobre los módulos de historia del Derecho Civil”.
Y como libro de cabecera:
-“Mis veinte segundos con el Emperador”, por Ana Rosa Quintana. Prólogo de Mercedes Milà.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 11 de octubre de 2007
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